Agencia de Viajes de Thomas Cook.
El turoperador británico Thomas Cook ha retirado a tres miembros de su junta directiva en una ‘limpieza’ en el liderazgo de la compañía, en consonancia con el proceso de reestructuración o “nueva fase” que atraviesa actualmente la compañía.
Así, el grupo especializado en viajes ha anunciado en un comunicado que los tres directores no ejecutivos más veteranos de la compañía, David Allvey, Bo Lerenius y Peter Middleton, se jubilarán al término de la asamblea anual, prevista para el próximo 8 de febrero.
En el caso de Allvey, Thomas Cook ha destacado que su jubilación se produce “de acuerdo a las buenas prácticas corporativas” y tras servir nueve años en puestos de responsabilidad para MyTravel Group.
En cambio, los motivos de abandono de Lerenius y Middleton son bien distintos. Según explica la nota de la compañía, los directivos han decidido retirarse de la escena profesional para permitir al nuevo presidente, Frank Meysman, “más flexibilidad” a la hora de actualizar la Junta en esta “nueva fase de desarrollo de la empresa”.
En este sentido, una firma internacional de búsqueda y selección ayudará en los próximos meses al presidente y al Comité Seleccionador a identificar los futuros miembros de la Junta, que serán seleccionados “en base a su reciente experiencia en las operaciones de la empresa”.
“Me gustaría dar las gracias a David, Bo y Peter por su contribución a la Junta en los últimos años, y en particular durante los recientes desafíos que el grupo ha tenido que enfrentar. Yo, y mis colegas en el Consejo, les deseamos lo mejor para el futuro”, ha agradecido Meysman.
Reestructuración de la empresa
Este ‘reciclaje’ de altos cargos responde a la nueva política empresarial tomada por Thomas Cook de acuerdo a los difíciles tiempos que atraviesa, reflejados en los datos con los que cerró su año fiscal en el mes de diciembre: Pérdidas de hasta 616 millones de euros frente a las ganancias de 3,3 millones de euros registradas en 2010.
Además, siguiendo la tónica de estos resultados, en la memoria del balance anual presentado el 14 de diciembre, la compañía anunciaba el cierre de 200 oficinas de atención al cliente en Reino Unido en los primeros dos años, entre otras medidas, para reducir costes.
Para suavizar los datos negativos, justo un día antes de presentar los resultados anuales, y en aras de calmar a los inversores, el grupo británico anunciaba la venta a Iberostar de cinco hoteles en España y un club de golf, por el monto total de 94 millones de euros.
