La asociación Skal International ha solicitado al gobierno de Venezuela que cumpla con sus obligaciones financieras con las compañías aéreas que operan en el país, con el fin de proteger los medios de subsistencia de más de 2.000 agencias de viajes y hasta 60.000 trabajadores.
Ante la deuda que tiene el gobierno de Venezuela con las aerolíneas, estas tomaron la decisión, entre otras, de reducir (desde septiembre de 2013) las plazas en sus vuelos.
En un primer momento la reducción fue moderada pero ha aumentado hasta tal punto que la oferta de asientos disponibles ha disminuido hasta un 95%.
Esta medida por parte de las compañías aéreas ha afectado a su principal punto de venta, las agencias de viajes, que han sufrido una drástica reducción de casi el 95% en la venta de billetes de avión.
Esta disminución de ventas ha provocado que, durante los últimos dos trimestres, las agencias de viajes cierren sus balances con “números rojos” y la situación ya ha supuesto el cierre de algunas de ellas.
Fuentes venezolanas han informado a Skal International que si esta situación se prolonga un mes más, el 50% de las agencias de viajes del país se verán obligadas a cerrar.
Las agencias de viajes han trabajado con las compañías aéreas para garantizar que el gobierno pague sus deudas, incluso ha habido protestas en las calles.
Por su parte, Karine Coulanges presidenta mundial de la asociación ha declarado que “hemos insistido a ambas partes, compañías aéreas y gobierno venezolano, que se siente en la mesa a negociar en vez de permitir que el sector de las agencias de viajes se colapse generando dificultades económicas aún más severas para todas las partes”.