La preocupación por lo sucedido al vuelo MH17 de Malasyan Airlines, derribado por un misil desde tierra en el Este de Ucrania el pasado jueves, no deja de crecer entre las aerolíneas. Una muestra de ello es que la compañía Emirates ha convocado a las principales aerolíneas internacionales a una reunión en la que se replanteen las “amenazas potenciales” que pueden suponer los conflictos regionales y ha pedido a IATA que convoque una conferencia internacional sobre este asunto.
Desde Emirates consideran que las diferentes autoridades nacionales pueden involucrarse en un mayor grado a la hora de ofrecer información sobre las zonas sobre las que es seguro volar en el cielo ucraniano, según afirmó el presidente de la aerolínea en Dubai, Tim Clark en una entrevista concedida a Reuters.
Clark es partidario de que la comunidad aérea internacional responda “como una entidad” y muestre su desacuerdo a “ser el blanco en la interacción de los conflictos regionales”, desvinculados de la actividad de las compañías aéreas.
A este respecto, insta a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) a “ser más activos” y convocar una conferencia internacional para valorar los cambios que deben ser introducidos para abordar la inestabilidad que sufren ciertos destinos.
Por su parte, IATA, que representa alrededor del 75% del tráfico en el mundo, aseguró la semana pasada que dependía de los distintos gobiernos y de las agencias de tráfico aéreo para delimitar y asesorar acerca de las áreas seguras en el espacio aéreo ucraniano.
Aún así, Clark ve necesario que tanto IATA como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) “podrían tomar medidas” y establecer “nuevos protocolos”.
No obstante, recordó que tanto autoridades como aerolíneas fueron capaces de manejar situaciones similares como las vividas en Trípoli o Kabul, a través de “protocolos y contingencias”.
En contra de dispositivos antimisiles
En esta línea, rechazó la sugerencia de equipar a los aviones con dispositivos antimisiles, propuesta surgida de nuevo a raíz del accidente del vuelo MH17, con casi 300 personas a bordo.
Según explicó la Unión Sindical de Controladores Áereos, la incorporación de sistemas radares que permitan detectar estos ataques resultaría “carísimo”.
Asimismo, si los aviones no pueden operar de manera libre sin la amenaza de ser derribados, significa que el sistema no funciona “en absoluto”, puntualizó Clark.
Sin embargo, afirmó que las aerolíneas eran conscientes de los disparos efectuados a bajo nivel y asumieron que serían armas de tierra y aire de poco calibre.
Por otro lado, insistió en que el nuevo suceso no puede “eclipsar o disminuir” los esfuerzos para encontrar el avión del vuelo MH370, también de Malasyan Airlines, que desapareció con 239 personas a bordo.