“Ya no soy vicepresidente de CEOE”, ha dicho este jueves el presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, aunque matizó que “no es una dimisión, es una sustitución”. De esta manera, Fernández deja la CEOE por el escándalo de las ‘tarjetas B’ de Caja Madrid pero, en cambio, sigue al frente de CEIM.

Arturo Fernández, ha aclarado que “no hará falta” que se le sustituya en la cúpula de la CEOE dado que sólo queda una Junta Directiva, la del 5 de noviembre, antes de la celebración de las elecciones a la presidencia de la patronal del 17 de diciembre.

Después, la nueva ejecutiva podría desde proceder a dejar fuera de las vicepresidencias a CEIM, hasta incorporar entre ellas al nuevo nombre que decida la propia patronal madrileña como sustituto del empresario.

En primer lugar, Fernández ha dicho en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press que lo que ha hecho en la Junta Directiva de este miércoles es “poner a disposición del presidente de la CEOE, Juan Rosell, el puesto de vicepresidente para ser sustituido por otro miembro de CEIM”.

La CEIM están suficientemente representada

Sin embargo, Fernández ha asegurado que no ha dado ningún nombre para que le sustituya como representante de CEIM en la vicepresidencia que abandona porque “no hace falta”.

“Sólo queda una Junta Directiva y luego las elecciones, va a darse el caso que no hace falta sustitución. Tenemos cinco representantes de CEIM en el Comité Ejecutivo de la CEOE, con lo que la patronal madrileña está suficientemente representada”, ha añadido.

Posteriormente, en declaraciones a TVE, Fernández ha dicho ser consciente del “importantísimo calado social” que tiene la polémica de las ‘tarjetas B’ y ha abogado por que los tribunales “depuren responsabilidades”. “Hay que depurarlas, las mías las primeras en lo que corresponda, si ha lugar”.

Desconocía la irregularidad de las tarjetas

Según ha explicado, desconocía la irregularidad de las tarjetas y creía que eran parte normal de su retribución como consejero de Caja Madrid. Con este presupuesto, Fernández gastó 37.300 euros en casi tres años, principalmente en restaurantes de su cadena, actualmente en concurso de acreedores, en la que ha dicho que tenía “precio especial”. También gastó en supermercados y en El Corte Inglés “para hacer algún regalo”. “No he sacado dinero del cajero”, se ha defendido.

Sea como fuere, el empresario ha asegurado sentirse “desolado” y ha insistido en que “habrá que aclarar” todo lo relacionado con las ‘tarjetas B’. “Hay que dar la cara y estoy dispuesto a darla y a responder a todas las preguntas”, ha recalcado.

Preguntado por la opinión del presidente de la CEOE, Juan Rosell, ante su decisión de dejar la Confederación, Fernández ha dicho que “ha entendido el cambio en la Vicepresidencia Primera” y que ha agradecido su labor ante la Junta Directiva de la patronal. “Siempre tengo su apoyo, ha estado afectuoso y cariñoso como siempre”, ha sentenciado.