Economía y Tendencias

Unos 100.000 húngaros se manifiestan en contra de la tasa de Internet

El Gobierno del país quiere cobrar unos 50 céntimos de euro por cada gigabyte de tráfico de datos realizado

Publicada 29/10/2014

13:25 horas

 - Actualizada 30/10/2014

9:09 horas

Los móviles iluminados en alto se han convertido en el símbolo de la protesta de los húngaros contra los planes del Gobierno de Viktor Orban.

Los móviles iluminados en alto se han convertido en el símbolo de la protesta de los húngaros contra los planes del Gobierno de Viktor Orban.

Las calles de Budapest han sido este martes el escenario de la protesta de unos 100.000 húngaros en contra de los planes del Gobierno de Viktor Orban de crear una tasa sobre el tráfico de datos en Internet, entre otras políticas que, según denuncian, socavan la democracia.

Se trata de la mayor manifestación en Hungría desde que el Ejecutivo de centro-derecha asumió el poder en 2010. Ha tenido como detonante la inclusión de este impuesto en el código fiscal remitido por el Gobierno de Orban al Parlamento la semana pasada.

Los manifestantes, que han sido convocados a través de las redes sociales, han marchado con el móvil iluminado en la mano por el centro de Budapest exigiendo la retirada de este impuesto y, en un paso más, la dimisión de Orban, a quien acusan de ejercer el poder de forma autoritaria.

La tasa creada por el Gobierno húngaro gravaría con 150 forintos (unos 50 céntimos de euro) cada gigabyte de tráfico de datos realizado por los usuarios.

Zsolt Varady, un empresario de Internet que fundó la ya extinta red social húngara Iwiw, ha explicado a los manifestantes que este impuesto, de aprobarse, constituirá un atentado contra los derechos y libertades fundamentales.

“Este impuesto amenaza el crecimiento de Internet y la libertad de información”, ha sostenido, recordando épocas mejores. “Iwiw motivó a mucha gente para suscribirse a Internet. La gente estaba dispuesta a pagar por este servicio”, ha dicho.

Críticas de la UE al impuesto

La UE también ha criticado este gravamen. “Es parte de un patrón de acciones con las que se han limitado las libertades y con las que se busca obtener beneficios sin alcanzar un interés económico y social más amplio”, ha dicho Ryan Heath, portavoz del vicepresidente de la Comisión Europea, Neelie Kroes.

El Ejecutivo húngaro, por su parte, ha negado que este tributo forme parte de una agenda antidemocrática, explicando que solo pretende que todos los sectores económicos soporten la carga fiscal. El Gobierno ya ha aprobado impuestos sobre los sectores bancario, energético y de telecomunicaciones.

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