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Los viajeros se segmentarán por hábitos de consumo frente a los criterios demográficos en 2030

Entender a las tribus viajeras emergentes será vital para proveedores, distribuidores de productos turísticos y usuarios en los próximos años, según un estudio de Amadeus

Publicada 24/04/2015

8:56 horas

 - Actualizada 24/04/2015

9:53 horas

Alex Luzarraga (izquierda) junto a Fernando Cuesta durante la presentación del estudio sobre los viajeros del mañana.

Alex Luzarraga (izquierda) junto a Fernando Cuesta durante la presentación del estudio sobre los viajeros del mañana.

Los usuarios de viajes se segmentarán en diferentes tribus viajeras en función a sus motivaciones y hábitos en 15 años. Está nueva división difiere de la segmentación por criterios sociodemográficos como se ha venido haciendo hasta la fecha, según revela el informe ‘Future Traveller Tribes 2030: los viajeros del mañana’, elaborado por Amadeus y The Future Foundation, presentado ayer en una rueda de prensa en Madrid.

Para esta fecha, algunas personas adquirirán y vivirán sus experiencias de viaje en función, casi exclusivamente, de la posibilidad de compartirlas en las redes sociales y del capital social que puedan generar. Otros demandarán la máxima comodidad en la gestión del viaje y la libertad de no tener que organizar nada, para hacer todo lo posible a distancia o delegando en terceros. Al mismo tiempo, otro grupo estará fuertemente marcado por el deseo de vivir las experiencias más lujosas y exclusivas. 

El proceso de análisis, que prioriza el enfoque psicográfico frente a criterios sociodemográficos, parte de las tendencias de consumo desarrolladas por la consultora especializada The Future Foundation y revela seis perfiles diferenciados de viajeros.

Uno de los nuevos grupos sería el denominado ‘buscadores de capital social’. Estos viajeros estructurarán sus vacaciones teniendo en cuenta, casi exclusivamente, sus contactos en la red, para apoyarse en sus opiniones y recomendaciones y justificar sus decisiones, así como en las posibilidades que ofrezca de incrementar y enriquecer su capital social, entendido en este contexto como el nivel de colaboración del consumidor dentro de un colectivo, el valor que aporta y el valor que recibe.

Esta tribu dará pie a un mercado totalmente nuevo de viajes concebidos de manera específica a incrementar la relevancia online, plagados a propósito de oportunidades para intercambiar experiencias en las redes sociales.

Por su parte, los ‘puristas culturales’ considerarán las vacaciones como la oportunidad de zambullirse en una cultura extranjera —aunque ello conlleve ciertas incomodidades— y el disfrute de sus viajes dependerá de la autenticidad de la experiencia.

Los ‘trotamundos comprometidos’ planificarán sus viajes de acuerdo a criterios éticos, como la reducción de la huella medioambiental o la contribución a la mejora de las vidas de otras personas. Con frecuencia evaluarán cuál podrá ser el impacto del dinero destinado a un viaje en un entorno e improvisarán o incorporarán algún elemento relacionado con el voluntariado, el desarrollo social o la sostenibilidad medioambiental a sus itinerarios.

Otro de los segmentos sería la de ‘los amantes de la comodidad’, los cuales preferirán un paquete de productos y servicios para evitar la gestión de diferentes aspectos del viaje. Para esta tribu, las vacaciones constituyen un momento excepcional en el que mimarse, con la confianza de que su seguridad y disfrute están garantizados.

Los ‘viajeros por obligación’ orientarán sus viajes a lograr un objetivo concreto. Ya sean de negocios o de ocio, sufrirán limitaciones de tiempo y de presupuesto; y demandarán una tecnología —basada en algoritmos avanzados— capaz de eliminar o resolver las incidencias de los viajes, como cancelaciones o cambios de vuelo.

Finalmente, la tribu de los ‘cazadores del lujo’ se interesará exclusivamente por los viajes de lujo en su sentido más extremo. El viaje es una recompensa extraordinaria, una experiencia que es imprescindible para compensar el sacrificio de tiempo y esfuerzo que exige su trabajo y su vida cotidiana.

Las empresas se están adaptando

Desde Amadeus aseguran que “estos grupos existen ya pero la cuestión es cómo de masivos se van a volver”, en palabras de Alex Luzarraga, Senior Vice President de Corporate Strategy de la compañía.

Por este motivo, Luzarraga advierte de que “entender las tribus viajeras emergentes será vital para proveedores, distribuidores de productos turísticos y usuarios en los próximos años, con el fin de asegurar que se adoptan ahora las decisiones de inversión adecuadas para responder a una clara tendencia de la industria: la mayor personalización de servicios en todas las etapas del viaje, sin precedentes hasta la fecha”.

“Las empresas tradicionales del sector turístico ya se están adaptando y han comenzado a trabajan para identificar estos segmentos y buscar rentabilidad”, informa Fernando Cuesta, adjunto al director general y director comercial de Amadeus España.

Nick Chiarelli, director de The Future Foundation, señala que el estudio muestra que en 2030 no sólo cambiará el tipo de experiencia que demandan los viajeros en 2015, sino que la forma en la que compran y adquieren compromisos con la industria también se verá alterada. “En los 15 próximos años el deseo de compartir las experiencias de viaje estará muy arraigado y, en consecuencia, también aumentará la repercusión del intercambio de tendencias de inspiración y compra”, agrega.

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