Balneario de Mondariz, en Pontevedra, uno de los 114 que existen en España.
Los 114 balnearios que hay en España han facturado 225 millones de euros en 2015, ofertado 20.000 plazas, según los datos extraídos del estudio ‘Turismo Termal en España’, cuyo volumen de negocio por parte de los grandes grupos termales es similar al de las casas rurales.
Así se desprende de este informe, presentado este miércoles en la Casa de Galicia en Madrid, publicado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y cuyo autor es Mario Crecente, que contó con la participación del delegado de la Xunta de Galicia en Madrid, José Ramón Ónega, y del presidente de la Diputación Provincial de Ourense, Manuel Baltar, entre otros.
Las conclusiones del estudio evidencian que el turismo termal, para uso y disfrute del agua con beneficios para la salud, a nivel europeo está “aún muy fragmentado”, ya que abarca muchos tipos. Además, también se dirige a diferentes públicos: viajes corporativos o el turismo sénior europeo e iberoamericano.
El número de centros de talasoterapia a nivel nacional ascendió a 42 durante 2015, con 439 plazas de alojamiento por término medio. Por su parte, los alojamientos de spa ofertaron 216 plazas por término medio.
Los alemanes, franceses y británicos fueron los principales mercados emisores de turismo termal hacia España hasta 2013 –los últimos datos disgregados que se tienen registrados– y del total de turistas internacionales de ese año, el 3,7% hicieron uso de servicios tipo balneario o talasoterapia.
Las principales comunidades receptoras en este tipo de turismo fueron Cataluña, Canarias y Baleares. Por su parte, los principales mercados competidores son Francia, Portugal e Italia.
“El turismo termal abre un nuevo nicho de clientes porque proporciona un nuevo abanico de sistemas, métodos y que va a consolidar el futuro de este mercado en nuestro país”, ha afirmado Crecente.
No se ha inventado nada
Por ello, el autor del estudio ha demandado una mayor investigación, principalmente, médica, pero también para que este sirva para fomentar el conocimiento del patrimonio, atender a la demanda y sus necesidades, hacer un correcto seguimiento del mantenimiento de las instalaciones, así como la mejora del equipamiento y una gestión energética eficiente.
Para mejorar el producto, Crecente ha instado a fomentar las jornadas y foros, clasificar y definir la oferta, dotarla de calidad, hacer una gestión de los recursos sostenible y tener unas instalaciones especializadas, así como “sacar más provecho” de las alianzas con el sector de la aguas embalsadas, ya que ha remarcado que en los últimos 20 años, “no se ha inventado nada”.
Para comercializar el turismo termal, ha señalado que los establecimientos deben crear webs propias, así como apps móviles, además de crear clubes de producto, asociaciones y turoperadores o portales especializados.
Crecente ha identificado las necesidades de este tipo de turismo que son, entre otras, la formación de guías de turismo, idiomas, ciclos formativos, comercialización al sector médico o la creación de un Ciclo Superior en Diseño Termal.
Posicionamiento poco claro
El posicionamiento de este sector en España es “poco claro” entre los intermediarios especializados, ya que hay una escasa presencia en los catálogos de turoperadores internacionales, ha lamentado Crecente.
El director general de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, ha explicado las campañas publicitarias que se hacen durante este evento sirven de promoción del entorno donde se ubica el balneario y del turismo de proximidad.
El presidente de la Diputación Provincial de Ourense, Manuel Baltar, ha señalado que en los dos últimos años se ha descubierto y potenciado el nicho de mercado de turismo termal para deportistas y ha instado a utilizar este tipo de turismo como una forma de vencer el posicionamiento de las grandes ciudades.
