La reducción de sobrevuelos afectaría también al futuro crecimiento y ampliación del aeródromo.
El posible cierre o la reducción del 30% de los sobrevuelos en la pista 18R-36L sobre la urbanización Santo Domingo, en Algete, supondría una “reducción muy importante” de la capacidad operativa del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y repercutiría sobre la economía y empleo tanto regional como nacional, según Aena.
En concreto, la posibilidad de reducir vuelo o incluso el cierre provocaría una disminución acumulada de 70 millones de pasajeros hasta 2030 y la pérdida de empleos sería de 14.000 en la región y 42.000 puestos de trabajo en todo el país.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes de Aena en relación al contencioso que mantienen vecinos de esta urbanización por el ruido que generan los aviones que sobrevuelan la zona con destino a esta pista y que ha generado una gran preocupación entre distintas entidades turísticas, como la Unión por la Promoción Turística de Madrid, la aerolínea Iberia o las propias agencias de viajes.
En este punto, Aena estima que se podría ver mermada la condición de hub del aeródromo (recepción y distribución de vuelos) que se opera bajo alianzas con aerolíneas y que la operativa de vuelos en las conexiones con Latinoamérica (el 25% del total de la operativa de Barajas) también se vería “muy afectada”.
La reducción de sobrevuelos afectaría también al futuro crecimiento y ampliación del aeródromo, con impacto negativo también en lo referente a las empresas y compañías que trabajan en estas instalaciones.
Las mismas fuentes añaden que esta pista estuvo inoperativa entre el 17 de abril y el 16 de mayo de 2015 por obras de regeneración de pavimentos y renovación de balizamiento de la pista y de las calles de rodaje.
Durante ese periodo y para ilustrar la repercusión en la operatividad de Barajas que tiene esta pista, la más larga del aeropuerto y que se utiliza preferentemente para vuelos transatlánticos, el índice de puntualidad cayó un 15,5% hasta un 71%, frente al 87% media que se registró en el primer trimestre de 2015. Además, en hora punta la puntualidad descendió un 33,5%.
El aeropuerto aporta unos 18.000 millones de euros a la Comunidad de Madrid, cerca del 10% de su PIB, y en sus instalaciones desarrollan su actividad alrededor de 300 empresas y más de 80 compañías aéreas.
El impacto total sobre el empleo en el territorio nacional es de 6.800 empleos por cada millón de pasajeros y en él transitan a diario más de 100.000 visitantes y operan más de 1.000 vuelos.
Reducción del impacto acústico
Por otro lado, Aena subraya las medidas implantadas para reducir el impacto acústico en esta urbanización, como el tránsito de acciones más silencioso y cambios operativos en la compañía.
Se han reducido los sobrevuelos sobre la urbanización con restricciones nocturnos. A su vez, se desarrollan o se prevén otras medidas como aislamiento acústico de los domicilios (propuesta en 2010 y que fue rechazada por los vecinos) o el uso táctico en la configuración sur de la Pista 18L con el objetivo de minimizar el uso de la pista 18R para aterrizajes. Esta medida ha comenzado ya a aplicarse en los periodos de configuración sur en los que la demanda lo permite.
Aena considera que la sentencia del Tribunal Supremo sobre la reclamación de los vecinos "no ordena el cese de los sobrevuelos de los aviones sobre esta urbanización sino que se tomen medidas para que cese la causa de la lesión, identificando como causa de la misma el ruido producido por los sobrevuelos a baja altura".
Argumenta que desde hace más de 10 años, con la intención de conciliar la operación del aeropuerto con el bienestar de los vecinos del entorno, Aena ha tomado medidas para minimizar el impacto acústico que producen las aeronaves sobre las poblaciones cercanas.
“Aena ha estado siempre dispuesta a dialogar con los vecinos y a atender sus demandas siempre que no se ponga en peligro la seguridad, la operación y la capacidad del aeropuerto”, han agregado.
Recalca que se cumplen con las reglamentaciones vigentes en materia de ruido, con lo marcado en la Declaración de Impacto Ambiental derivada de la ampliación y participación en la Comisión de Seguimiento de la Ampliación de Aeropuerto, junto con otros organismos y los ayuntamientos incluidos en la huella acústica de Barajas.
Éste órgano fue el que aprobó la huella de ruido elaborada con las trayectorias de despegue y aterrizaje vigentes en la actualidad y en la que la urbanización de Santo Domingo “no está incluida en la huella acústica del Aeropuerto”.
A pesar de ello, Aena ha ido adoptando “diversas medidas posibles y proponiendo otras nuevas para minimizar el ruido en la zona”.
