Este año celebramos el 30 aniversario de un programa que ha contribuido a mejorar la vida de las personas mayores en nuestro país. Es el Programa de Turismo Social, más conocido por el Programa de Vacaciones del Imserso. Esta iniciativa nació tímidamente en cuanto a oferta de plazas, 16.000 la temporada 1985-1986, y destinos, pero con objetivos muy claros y ambiciosos como el de mejorar la calidad de vida de las personas mayores gracias a todos los beneficios que aporta el viajar y hacerlo además a unos precios asequibles, al alcance de todos, a la vez que conseguía, otro no menos importante, la creación y mantenimiento del empleo en las zonas de destino, motivo por lo que se desarrolla en temporada baja, de octubre a junio.

Tengamos en cuenta que, por aquel entonces, algunas personas mayores no habían viajado y no conocían las zonas costeras, que fueron los destinos que ofreció el programa los primeros años. El Programa se ha ido adaptando al contexto social pero también ha sido protagonista de este cambio en cierto sentido. Los mayores de todas las zonas rurales y urbanas empezaron a participar en los viajes y a sentir sus beneficios: relación con otras personas, conocimiento de otros lugares, salir de la rutina, entre otros.

El sistema de gestión público-privada para su ejecución se ha mostrado eficaz, ya que ha permitido la gestión centralizada a nivel nacional que ha aportado beneficios al programa en cuanto a: optimización de costes; ofrecer cada vez más variedad de destinos y fechas; unificar precios sin tener en cuenta los lugares de salida en comunidades autónomas más alejadas de los destinos, lo que promueve la solidaridad interterritorial; la ejecución del mismo a través de empresas mayoristas de viajes, para resolver la inconvenientes de una gestión separada de los distintos servicios que ofrece, o la cofinanciación del coste de los viajes con aportaciones del Imserso y de los usuarios.

Mejoras cada temporada

Temporada tras temporada, el Turismo Social ha ido incorporando mejoras y novedades atendiendo las opiniones y los gustos de las personas mayores. Se han incrementado el número de plazas. En la temporada 2007-2008 se llegó a un millón y en la actual temporada 2015-2016 el número de plazas ofertadas ha sido de 1.135.587.

Las personas que pueden optar a los viajes cada vez se encuentran en mejores condiciones físicas y están mejor preparadas en todos los sentidos, ya no se pueden encuadrar en el concepto de mayores que teníamos hace unos años, de hecho se encuentra integrado en el concepto de –envejecimiento activo– por lo que ha ido diversificando las ofertas en cuanto a la duración de las estancias, también adaptadas a las nuevas modalidades de viaje, como circuitos culturales y de naturaleza, cada vez más demandados, además todas las provincias españolas se benefician del Programa, ya que todas participan como destino en una u otra modalidad. Actualmente, cuenta con Turismo de costa peninsular, costa insular y Turismo de interior (Circuitos Culturales, Turismo de Naturaleza, Capitales de Provincia y Ciudades Autónomas)

Los requisitos para participar en el mismo se han ido modificando y, en este momento, llega a un grupo más amplio. Son beneficiarios del programa los pensionistas de jubilación, de viudedad, con más de 55 años, los pensionistas por otros conceptos o perceptores de prestaciones o subsidios de desempleo, a partir de los 60 años y los mayores de 65 años, y llega por supuesto, a los españoles residentes en el exterior. El Imserso también se ha esforzado en facilitar la comercialización de los viajes con el sistema de acreditaciones bien conocido por los mayores.

Un programa sostenible

El éxito del programa también responde a opciones más personalizadas de participación en cuanto al desplazamiento (salvo en viajes cuya opción es sin transporte) o de alojamiento (con pensión completa, habitación doble o individual, con suplemento, asistencia sanitaria complementaria, actividades de ocio y tiempo libre, además de seguro que ha ampliado su cobertura), El coste del programa se ha ido incrementando, siendo en la actual temporada de 372 millones de los cuales el Imserso aporta el 21%.

Si tuviera que enumerar alguna de las fortalezas del programa sin duda destacaría el de ser un programa sostenible, ya que por cada euro aportado, el Estado recauda 1,5 entre ahorro en prestaciones por desempleo y recaudación por cotizaciones a la Seguridad Social e impuestos (IVA, Sociedades, IRPF), y, lo más importante, el alto grado de satisfacción de los viajeros. El 96,3% de las personas que han viajado desean volver, eso creo que define lo que es este programa y hace que nos sintamos satisfechos por este motivo sin dejar de mejorar cada temporada.