La ciudad nabatea de Madain Saleh es uno de los tesoros arqueológicos de Arabia Saudí
El Gobierno de Arabia Saudí prevé abrir el país a los turistas en 2018, con una emisión específica de visados que se sumarán a los actuales permisos para extranjeros, restringidos por ahora a viajes de trabajo o a visitas de lugares sagrados como La Meca.
El responsable de la comisión de Turismo y Patrimonio Natural, Sultan bin Salman, ha anunciado los cambios en una entrevista con la cadena estadounidense CNN. “El objetivo son las personas que quieren literalmente experimentar este país y su grandeza”, ha afirmado.
Atraer a los turistas es uno de los futuros objetivos económicos de Riad para reducir su dependencia del petróleo. Las autoridades esperan recibir a unos 30 millones de visitantes en 2030, doce millones más que el año pasado, y prevén que el gasto turístico alcance los 47.000 millones de dólares en 2020.
El Gobierno saudí ya anunció en agosto planes para construir nuevos complejos vacacionales en unas 500 islas de la costa del mar Rojo. La primera fase de este macroproyecto estará completada en el año 2022.
El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, ha promovido el desarrollo de nuevas industrias y ha adoptado medidas para reducir algunas de las estrictas restricciones sociales, por ejemplo permitiendo a las mujeres conducir o acceder a lugares públicos.
