Gloria Guevara advierte que en España hay dos destinos que están en riesgo de overcrowding: Barcelona y las Islas Baleares.
El turismo a nivel mundial vive una revolución nunca antes vista. La comunicación, las redes sociales y las nuevas plataformas digitales para comprar, socializar o compartir un viaje han generado un cambio en la vida de las personas.
Uno de los objetivos de los destinos turísticos radicaba en la generación de estrategias para crear nuevos diferenciadores de producto y el fortalecimiento de la promoción para conseguir más visitantes. Sin embargo, el aumento no controlado de turistas representa ahora una serie de retos que se pueden condensar en un término, que aunque no es nuevo, ha tomado especial relevancia: el overcrowding.
Este fenómeno es un problema complejo que compete tanto a los gobiernos como a los empresarios, agencias de viajes, organizaciones comerciales e incluso a compañías multinacionales con sucursales en los destinos congestionados, residentes locales, organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, a los turistas.
España, de acuerdo al estudio ‘Hacer frente al éxito: Gestión del overcrowding en destinos turísticos’, elaborado por el World Travel Tourism Council (WTTC) y McKinsey & Company, no es ajena a esta situación, y hay dos destinos que están en riesgo de overcrowding: Barcelona y las Islas Baleares.
El estudio destaca cinco tipos de problemas: la alienación de los residentes locales, la infraestructura congestionada, la disminución de la experiencia turística, el daño a los recursos naturales y la amenaza al patrimonio cultural.
“Una buena gestión integral es crucial para todos los destinos turísticos”
El informe también propone un sistema para ayudar a los destinos a comprender sus situaciones específicas y alertarlos a tiempo. Con este sistema, las localidades pueden usar la información que ya tienen para tomar acciones apropiadas. El informe pone el enfoque en 68 ciudades y crea un resumen y un mapa para controlar el riesgo de overcrowding.
En este sentido, los gestores del turismo deben trabajar con todos los actores, públicos y privados, para desarrollar un plan coherente con la finalidad de crear y gestionar el crecimiento del turismo, que ponga a las personas y comunidades en el centro, con un enfoque a largo plazo; basado en hechos, cuyos resultados no sólo impacten de manera positiva para quienes alojan a turistas, sino también generen experiencias que mejoran la vida de millones de personas cada año.
El fenómeno del overcrowding en los destinos turísticos es un problema complejo que varía de destino a destino y requiere una planificación a largo plazo con todos los actores para solucionarlo.
Una buena gestión integral es crucial para todos los destinos turísticos y solo puede ser realizada basándonos en datos exhaustivos. Los destinos turísticos populares necesitan comprender su situación e identificar prematuramente las señales de alerta para tomar medidas en consecuencia y evitar, en la medida de lo posible, afectaciones a los habitantes de los destinos posiblemente congestionados.
El reto es de todos: autoridades, empresarios y sociedad civil. Si logramos alinear objetivos y prioridades podremos generar opciones frente al overcrowding.
