El ‘número dos’ del Gobierno británico, David Lidington, ha planteado la posibilidad de endurecer las leyes para controlar el uso de drones, después de que la aparición de varios de estos aparatos provocase retrasos y cancelaciones en los aeropuertos londinenses de Gatwick y Heathrow.
El aeropuerto de Heathrow, el de más tráfico de Reino Unido, ha anunciado este martes el reinicio de los despegues en el aeródromo tras una breve suspensión provocada por la supuesta presencia de drones en la zona.
El aeropuerto y la policía colaboran
Alrededor de una hora antes, el aeropuerto dijo estar “respondiendo al avistamiento de un drone” y agregó que trabajaba “de cerca” con la Policía Metropolitana para evitar “cualquier amenaza a la seguridad de las operaciones”.
“Como medida de precaución, hemos detenido las salidas mientras investigamos. Nos disculpamos ante los pasajeros por cualquier inconveniente que esto pueda causar”, agregó a través de su cuenta en la red social Twitter.
Por su parte, la Policía Metropolitana confirmó que recibió informaciones sobre la presunta presencia de drones en los alrededores del aeropuerto en torno a las 17:05 horas (las 18:05 horas en la España peninsular y Baleares).
El ministro de Transportes británico, Chris Grayling, señaló poco después que el Gobierno “está en contacto” con el aeropuerto y desveló que “el Ejército se está preparando para desplegar rápidamente el equipamiento utilizado en Gatwick si fuera necesario”, tal y como ha recogido el diario ‘The Mirror’.
“Sin duda, el Gobierno revisará la ley para ver si hay alguna manera de reforzarla”, ha declarado Lidington en una entrevista con la cadena ITV, en la que también ha instado a los aeropuertos a invertir más en tecnología para detectar y detener los drones.
El drone sigue desaparecido
Tanto Gatwick como Heathrow habían hecho un pedido por valor de “varios millones de libras” para comprar equipamiento militar anti drones para evitar que situaciones similares.
Las Fuerzas Armadas fueron llamadas a participar como parte de la respuesta al caos en Gatwick, a raíz del cierre de su pista de aterrizaje el 19 de diciembre durante tres días, lo que afectó el viaje de 140.000 pasajeros.
De momento, la Policía sigue sin encontrar el aparato concreto que causó las interrupciones de cerca de mil vuelos. El aeropuerto, desde entonces, ha ido operando a marchas forzadas entre nuevos avistamientos que han dificultado todavía más labor de su personal.