Zurab Pololikashvili (izquierda) y Alberto Durán en la firma de la carta.
El vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, y el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, han firmado este lunes en Madrid una carta de intenciones para fomentar el empleo de las personas con discapacidad en el sector turístico.
La misiva persigue concienciar a los estados miembros y a las entidades afiliadas a la OMT acerca de la inclusión laboral de personas con discapacidad; promover una inserción laboral directa, efectiva y duradera en las empresas turísticas, y sensibilizar a estas últimas sobre el empleo de personas con discapacidad en el contexto de licitaciones y contrataciones relacionadas con el sector público y la legislación vigente.
Para materializar estas acciones ambas entidades firmarán un convenio y contarán con Inserta Empleo, entidad para la formación y el empleo de Fundación ONCE, para abordar los procesos de selección de candidatos para puestos de trabajo que puedan necesitar las compañías, así como para desarrollar posibles acciones de formación y cualificación profesional.
La actividad de Inserta se enmarca en los programas operativos de Empleo Juvenil (POEJ) y el de Inclusión Social y Economía Social (Poises), que está desarrollando Fundación ONCE a través de Inserta Empleo, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo, con el objetivo de incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.
Campaña de sensibilización
El evento ha servido también para dar a conocer un video conjunto elaborado por la OMT y Fundación ONCE en el que se pone en valor la aportación de las personas con discapacidad al sector turístico, así como la importancia que tiene este último para el empleo de las personas con discapacidad.
De acuerdo con el Observatorio de la Accesibilidad Universal del Turismo en España, realizado por Fundación ONCE, las personas con discapacidad viajan con la misma frecuencia que las personas sin discapacidad, pero sin embargo tienen un gasto por persona de 813 euros frente a los 637 euros de los turistas sin necesidades especiales.
