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El ‘bleisure’, una tendencia que entra con fuerza en el sector turístico

Un 20% de los viajeros lo realizan al menos una vez al año, según un estudio de CWT

Publicada 05/02/2019

8:31 horas

 - Actualizada 06/02/2019

8:23 horas

Más del 50% de los jóvenes españoles practica el ‘bleisure’.

Más del 50% de los jóvenes españoles practica el ‘bleisure’.

El ocio y los negocios nunca fueron de la mano hasta que les unió la palabra ‘bleisure’: una tendencia que coge fuerza en el sector turístico y consiste, precisamente, en añadir días de vacaciones a un viaje de trabajo, según se detalla en un reportaje de la revista AGENTTRAVEL.

Un 20% de los viajeros lo realizan al menos una vez al año, según un estudio realizado a nivel mundial por Carlson Wagonlit Travel (CWT). Algo que, para el director general de la compañía en España, Rafael Sueiro, tiene que ver con factores como “la movilidad, la posibilidad de trabajar donde quieras y la conectividad”.

La tendencia está tomando fuerza también en nuestro país, según se desprende de un informe de Aervio que señala que más del 50% de los jóvenes españoles practica el ‘bleisure’.

Para Rafael Isún, que lidera el equipo de Comunicación de Travel Advisors Guild, la actividad comercial de las empresas españolas en el extranjero “ha crecido muchísimo” y, como consecuencia de ello, ha aumentado el número de viajes de negocios y el ‘bleisure’.

La mecánica es sencilla: por lo general, el viajero pacta con la empresa o aprovecha días festivos y se hace cargo del importe del exceso de alojamiento.

El ‘bleisure’ no es nuevo, pero la aparición de las low cost, la accesibilidad y la pérdida del miedo a viajar, han contribuido a su auge. La tendencia, en palabras de Isún, “tiene un potencial muy grande que ha despertado el interés de las agencias desde hace mucho tiempo”.

Difícil para las agencias

Sin embargo, Rafael Isún no sabe si las agencias podrán explotar ese potencial o serán “más reactivas que proactivas”. En su opinión, “el ‘bleisure’ es complicado porque hay que intuir cuáles son los productos alternativos que interesan a cada viajero”. Aun así, reconoce que esta tendencia “merece una reflexión”, pues se muestra convencido de que “tiene recorrido”. Isún hace autocrítica y concede que “no está en el ADN” de la agencia corporativa “sugerir más servicios” porque están “preparados para resolver una serie de necesidades”.

No obstante, Isún cree que igual que en sus sistemas tienen cargados los perfiles de los viajeros y saben “qué comida prefieren o si quieren ventanilla o pasillo”, esta información se “podría complementar con actividades en destino que les interesen”.

Si bien trazar un perfil del viajero es relativamente sencillo, Rafael Sueiro encuentra un problema de carácter técnico que dificulta a las agencias ofrecer productos relacionados con el ‘bleisure’: “Se trata de cuentas distintas. La parte del viaje de negocios la paga la empresa y la parte del viaje de ocio la paga el particular”.

Sueiro ve complicado lanzar un producto específico que una el viaje de negocios con el de ocio. Por eso, pone la pelota en el tejado de las empresas: “si ven el ‘bleisure’ como una forma de aumentar el ‘engage’ y mejorar el compromiso de sus trabajadores y se muestran más flexibles y ponen facilidades, la agencia de viajes podrá entrar en este segmento”.

Con el permiso de las agencias, los hoteles son el otro actor turístico que puede aprovechar el potencial de este segmento, pues el viajero, ya sea de ocio o de negocios, necesita un lugar donde dormir. Pero, ¿cómo atraer a un viajero que tiene el objetivo de trabajar y de disfutar?

“El primer paso es conocer bien al público objetivo y las tendencias que le rodean”, aseguran desde Meliá Hotels International. Una vez conseguido, la compañía considera que un hotel dirigido al viajero de ‘bleisure’ “debe ofrecer una amplia gama de servicios que satisfagan la demanda de ocio-gastronomía o propuestas culturales– y de negocio –salas de reuniones y tecnología–”.

En ese sentido, la cadena Innside by Meliá, tiene, en palabras de la compañía, “un enfoque 360º”, que une eventos relacionados con el arte y la música local , con espacios creativos y flexibles para realizar reuniones.

Todo ello, según explica Meliá, para atraer a un nuevo cliente que busca algo más que una cama de hotel; “espera encontrar una marca que comparta su estilo de vida, que le ofrezca una experiencia de ocio, que se preocupe por su bienestar y que le ayude a conectar con el destino”.

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1 COMENTARIOS

Carlos Nieto

05/02/2019 | 12:12 horas

#1

Definitivamente no lo veo como amenaza, mas bien es una gran fortaleza para las agencias de viajes que si se sabe aprovechar fideliza al cliente a parte de otras muchas ventajas. Precisamente en Mixentradas hemos notado un gran aumento de llamadas de agencias solicitando prescripción de eventos, espectáculos, actividades para un cliente que en un viaje de negocios desea ocupar parte de su tiempo libre.

La gran ventaja de la venta de ocio en la agencia de viajes permite al cliente viajar más tranquilo sabiendo que ya tiene las entradas o actividades reservadas con la garantía de su agente de viajes y en definitiva sirve a la agencia para ofrecer nuevos servicios al cliente, seguramente servicios que el cliente desconoce que puede adquirir en su agencia de viajes habitual.

Sabemos que más del 90% de los clientes compra ocio en el destino, ....¿ si lo ofrecemos desde nuestra agencia de viajes de origen?


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