Escribo este artículo pocos días después de haber impartido el Seminario organizado por UNAV y que tuvo lugar en CEIM, con el objetivo de tratar de transmitir a los agentes de viajes, en qué consiste la nueva normativa sobre viajes combinados y servicios de viaje vinculados y cuáles son ahora sus obligaciones y responsabilidades.
Escribo este artículo pocos días después de haber impartido el Seminario organizado por UNAV y que tuvo lugar en CEIM, con el objetivo de tratar de transmitir a los agentes de viajes, en qué consiste la nueva normativa sobre viajes combinados y servicios de viaje vinculados y cuáles son ahora sus obligaciones y responsabilidades.
Realmente, resulta una labor complicada, sobre todo, si tenemos en cuenta que la nueva norma, en mi opinión, llega cargada de lagunas, indefiniciones y en algunos casos de tareas de muy difícil cumplimiento para el agente de viajes en la práctica.
“La nueva normativa supone hacer espacio a nuevas figuras como son los servicios de viaje vinculados”
Comparto totalmente la necesidad que existía de adecuación de la normativa, al entorno actual en el que nos movemos. Es completamente cierto que las nuevas tecnologías han revolucionado las formas de relacionarse y han dado entrada a distintas maneras de organización y comercialización de viajes que quedaban fuera del marco jurídico anterior.
Pero creo que, para poder legislar correctamente un sector, es necesario conocerlo en su detalle, en sus “tripas”, porque solamente ese conocimiento permite realmente alcanzar los objetivos deseados.
“Pero creo que, para poder legislar correctamente un sector, es necesario conocerlo en su detalle, en sus tripas”
Y no para ahí la cosa. El Congreso de los Diputados ha convalidado el Decreto – Ley. Pero como era posible, y ha ocurrido, han entrado en juego los mecanismos de control sobre las disposiciones del Ejecutivo con fuerza de Ley, y, el BOE de este mismo 30 de enero de 2019 publica su transformación en Proyecto de Ley para una nueva tramitación, eso si, por el procedimiento de “urgencia“. Esto requerirá la intervención del Senado, el nuevo reenvío al Congreso, entre otros. El limbo jurídico puede continuar.
Y, a pesar de todo, tenemos que continuar apostando en positivo. El proceso de liberalización de servicios es imparable como nos demuestra la realidad cotidiana, pero se puede acompañar con criterio, con tacto y aprovechando el enorme capital de tradición, experiencia y buena gestión de un sector de agencias de viajes, muy acreditado en España.