El turoperador británico ya ha iniciado un proceso de consulta con los representantes sindicales de los trabajadores afectados.
Thomas Cook ha anunciado este viernes el cierre de 21 de sus tiendas en Reino Unido, donde emplea a 320 trabajadores, como parte del programa de eficiencia y racionalización de su red de puntos de venta con el que quiere modernizar su actividad y adaptarse al comportamiento cambiante del viajero que cada vez realiza más reservas vía Internet. Con ello reduce su red en Reino Unido a un total de 566 tiendas.
La intención de Thomas Cook es eliminar 218 puestos en estos puntos de venta, cuyo cierre también implicará que sobren 120 empleados de atención al cliente, para lo que realizará una revisión de los recursos laborales de la minorista, ha detallado la compañía en un comunicado.
Para ello, el turoperador británico ya ha iniciado un proceso de consulta con los representantes sindicales de los trabajadores afectados. Tras el anuncio los títulos de la compañía caen un 1,36% en la Bolsa de Londres.
“El anuncio de hoy refleja los desafíos que enfrentamos, con más y más clientes que optan por reservas online”, ha admitido el jefe de operaciones de la división de turismo del grupo, Will Waggott, quien ha defendido que estas medidas ayudarán a Thomas Cook a lograr mayores eficiencias en toda Europa. “De cara al futuro, trabajaremos para garantizar que podamos satisfacer las necesidades del futuro, ha añadido.
Auge de las reservas online
Thomas Cook ha explicado que las reservas online en Reino Unido, su mercado principal, suponen ya el 64% del total de las realizadas en este mercado el pasado año y que el crecimiento experimentado por este canal de venta fue más rápido que cualquier otro, con un aumento del 30% en 2018. Además, dos de cada cinco turistas que viajaron fuera del Reino Unido con Thomas Cook usaron la aplicación para planificar sus viajes.
El turoperador británico, inmerso en un programa de eficiencia, recortó sus previsiones anuales en noviembre por tercera vez en unos meses y decidió suspender su dividendo ante el débil desempeño del negocio. Situó sus estimaciones de ganancias anuales en 250 millones de libras esterlinas (290 millones de euros), lo que supuso un descenso de 58 millones de libras esterlinas (67,3 millones de euros) con respecto al ejercicio anterior.
Thomas Cook anunció entonces un cambio estratégico de su negocio que implicará la “revisión estratégica” de la división aérea del grupo, Thomas Group Airlines, y centrando su foco en el crecimiento de sus hoteles.
En el primer trimestre del actual ejercicio, finalizado el 31 de diciembre, registró unas pérdidas operativas de 60 millones de libras esterlinas (69,6 millones de euros), un 30,4% más, frente a ganancias.
