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Australia, un destino “único” lleno de playas, naturaleza, desiertos y grandes ciudades

Destinos del Mundo propone una ruta por Sídney, Melbourne, Ayers Rock y la Gran Barrera de Coral

Publicada 15/03/2024

8:41 horas

 - Actualizada 15/03/2024

9:15 horas

Juan Carlos Piña

Koalas, canguros, quokkas, casuarios, aborígenes, la Gran Barrera de Coral, ciudades que combinan el estilo clásico con el moderno, grandes formaciones rocosas, desiertos… Son algunos de los principales atractivos que ofrece Australia. Y es que este país es el sexto más grande del mundo y alberga una fauna única que no se puede encontrar en ningún otro lugar del planeta. Sus dos ciudades más importantes son Sídney y Melbourne, aunque Canberra es la capital del país oceánico. Así lo ha explicado Yasmina Yébenes, jefa de producto de Oceanía en Destinos del Mundo, en un webinar organizado por AGENTTRAVEL que ha contado con 532 asistentes y más de 800 inscritos.

Juan Carlos Cavero, director de AGENTTRAVEL, ha reconocido que Australia es un destino “único” y uno de los “más espectaculares”, que ofrece unos paisajes “impresionantes”. Además, ha mencionado la Gran Barrera de Coral como uno de los principales atractivos turísticos y naturales del país.

Australia es un país “que merece la pena”, según Yébenes, porque ofrece “de todo”, desde desiertos y playas hasta una extendida y única naturaleza y grandes ciudades como Perth, Sídney, Adelaida, Brisbane, Canberra o Melbourne.

Según ha explicado, “cualquier época es buena para viajar” al país insular. De hecho, al ser un estado tan grande “tiene muchos climas”. Precisamente, en la zona geográfica de Sídney y Melbourne el tiempo es “más parecido al mediterráneo”. Por otro lado, la parte norte de la isla presenta un clima tropical. 

Yébenes ha destacado que para acceder a Australia es necesario un visado electrónico que se puede conseguir gratis desde la web del gobierno australiano. También ha apuntado que, en caso de alquilar algún coche, hay que tener en cuenta que “se conduce por la izquierda” y que “se necesita carnet de conducir internacional” con una edad mínima de 25 años.

Sídney, la ciudad más conocida

Yébenes ha propuesto iniciar los viajes en Australia por Sídney, la ciudad “más conocida”, aunque no la capital. Esta gran urbe de más de cinco millones de habitantes permite a los viajeros ver el conocido edificio de la Ópera, al que se puede acceder al interior, aunque Yébenes ha recomendado reservar con antelación porque los grupos son “muy reducidos”.

No muy lejos del emblemático edificio australiano está el Harbor Bridge, un puente que une las dos partes de la ciudad y cuyas vistas son “espectaculares para quienes no tienen vértigo”. Yébenes ha indicado que desde el puente se puede ver la puesta de sol.

Otros atractivos que ofrece Sídney es la catedral de Saint Mary, un templo religioso que mezcla las arquitecturas moderna y clásica, y la playa Bondi Beach, a las afueras. Es una playa en la que los bañistas no pueden nadar en el mar debido al oleaje que tiene. Por ello, es una zona “muy famosa” para los surfistas. No obstante, cuando las olas imperan el ambiente playero e impiden el baño, existen piscinas al lado de la playa donde los bañistas pueden saciar sus ganas de nadar o refrescarse.

Desde Sídney, además, se organizan excursiones a zonas relativamente cercanas, como a las montañas azules, que se llaman así porque “se supone que los eucaliptos que viven ahí expulsan un gas azul y desde lejos se ve azul”. Esta salida no tiene una duración determinada, sino que Yébenes ha señalado que “se le puede dedicar el tiempo que cada uno quiera”. Desde una de las montañas se puede coger un teleférico que lleva a otra montaña pasando por unas cataratas. En este caso, el suelo del teleférico es de cristal, por lo que no se recomienda a quienes tengan miedo o vértigo.

Otra excursión que parte desde Sídney es a los viñedos de Hunter Valley, a unas tres horas de la ciudad. Y es que “Australia tiene muy buen vino”, por lo que una de las actividades que se puede organizar en las viñas es visitar una bodega para hacer una cata de vinos.

Melbourne, la ciudad de la arquitectura

Tras la estancia en Sídney, el itinerario que ha ofrecido Yébenes pasa por Melbourne. Desde Destinos del Mundo han subrayado que los trayectos internos entre ciudades sería en vuelos domésticos dado que “las distancias son muy grandes”.

Melbourne “no tiene tantos parques, pero los que tiene son muy extensos”. Esta ciudad se votó, según Yébenes, como la mejor ciudad del mundo para vivir durante unos años. Con todo, destaca por la gratuidad de su transporte público en la zona centro, algo “beneficioso” para los turistas. Melbourne se caracteriza también por su arquitectura, pues “hacen edificios muy singulares”.

Y precisamente uno de esos edificios particulares es Federation Square, “el punto de encuentro de los locales” de la ciudad. Es una zona caracterizada por ubicarse cerca del río estar “llena” de terrazas y restaurantes. En esta ciudad, además, se celebra el Open de Australia de Tenis y tiene uno de los estadios más grandes del mundo de críquet.

Desde Melbourne también se organizan excursiones. Una de ellas, y unas de las más conocidas de Australia, son los llamados 12 Apóstoles, unas formaciones rocosas erosionadas por el mar y por el viento, aunque a día de hoy “sólo quedan ocho formaciones importantes en pie”. Es una excursión que para Yébenes “vale la pena” porque durante el recorrido se puede visitar también el Parque Nacional de Otway para apreciar la flora y la fauna. Eso sí, Yébenes ha advertido que es una excursión “larga y cansada”, por lo que ha recomendado hacer una noche en la zona de los 12 Apóstoles.

Otra salida que se puede realizar desde Melbourne es a Philipp Island (Isla Felipe), una isla conectada por un puente y con playas de arena “muy clarita”. Sin embargo, los turistas no van a esta isla a disfrutar de las playas, sino a disfrutar de un desfile de pingüinos que se sucede cada día al atardecer. Estos animales caminan desde la playa hasta sus madrigueras para resguardarse de la noche.

Ayers Rock y experiencia en el desierto

Para continuar el viaje, los clientes cogerán un avión doméstico que los desplazarán desde Melbourne hasta Ayers Rock, en el desierto. En este emblemático lugar no hay ciudades, sino un complejo hotelero con distintas categorías de alojamiento con campings y hoteles. Eso sí, Yébenes alerta de que “hay que tener cuidado con el alojamiento” porque los cuatro estrellas son “muy moderados”. Para visitar Ayers Rock, la estancia típica “suele ser de dos noches”.

Entre las principales actividades que se puede hacer en Ayers Rock están observar el atarceder y el amanecer en Uluru, un monolito sagrado para los aborígenes. También se puede visitar Kata Kjuta (los montes olgas) y se puede hacer la cena ‘sonidos del silencio’ en medio del desierto. Para esta actividad, los turistas se sientan en unas mesas con manteles y con una “vista espectacular” antes del anochecer para disfrutar de “una cena buffet muy completa” en la cual podrán probar carnes de cocodrilo o de canguro.

Tras la puesta de sol, y cuando se queda todo a oscuras, los organizadores piden que todo el mundo se calle para “escuchar el silencio” y contemplar las estrellas. En este sentido, se pueden ver constelaciones distintas a las que se ven desde el hemisferio norte.

Cairns y la Gran Barrera de Coral

La ruta propuesta por Yébenes termina en Cairns, adonde los clientes llegarán en avión desde Ayers Rock. Esta pequeña ciudad de unos 150.000 habitantes servirá como puerta de entrada para conocer la Gran Barrera de Coral. Los visitantes pueden conocer esta maravilla natural a través de “distintos tipos de barcos, desde más pequeños hasta más grandes”. Los días empleados para conocer esta zona marina son “relajados” y se utilizan, sobre todo, para hacer snorkel y buceo.

Yébenes ha subrayado la importancia de conocer qué es lo que quiere hacer el cliente: si hacer submarinismo o si hacer un vuelo en helicóptero sobrevolando la Gran Barrera de Coral. En cualquier caso, ambas actividades tienen que ser reservadas con anterioridad. En el caso de los vuelos en helicóptero, aterrizan en una plataforma flotante en la que los turistas pueden comer, tirarse en toboganes al mar o bucear. Por otro lado, también hay excursiones que transportan en barco a los visitantes hacia un cayo de arena, al cual se acercan nadando.

En caso de tener algunos días más, Yébenes ha añadido destinos adicionales como el Parque Nacional de Kakadú desde la ciudad de Darwin. En este parque se pueden encontrar pinturas aborígenes, cascadas después de la época de lluvias y “muchos cocodrilos”. Otro destino es la Isla Canguro, donde es “fácil” ver canguros y leones marinos, y a Whitehaven Beach, en plena barrera de coral.

Volar con Cathay Pacific de España a Australia

Para viajar a Australia desde España hay que pasar, en primer lugar, por Hong Kong, según ha explicado Eva Esteve, Trave Account Manager de Cathay Pacific España. Y es que la aerolínea ofrece vuelos directos que conectan Madrid y Barcelona con el destino asiático.

El avión empleado para conectar España y Hong Kong es un Airbus A350, una aeronave “de última generación” y “con muchas prestaciones”. Se caracteriza por ser “muy silencioso” y “muy eficiente” en el consumo, “lo cual ayuda a la sostenibilidad”.

Por su parte, los aviones Boeing B777 se encargarán de unir Hong Kong con distintas ciudades australianas. Este avión ofrece la “máxima comodidad” gracias a su cabina extra ancha y a los altos techos. Estas aeronaves vuelan también a Nueva Zelanda y permiten hacer extensiones a otros lugares de la Polinesia como las Islas Cook o las Islas Fiyi.

Cathay Pacific vuela a Perth, Melbourne, Brisbane y Sídney desde Hong Kong. En concreto, la aerolínea vuela tiene tres conexiones a Sídney y dos a Melbourne, mientras que cuenta con tres frecuencias semanales a Perth y dos más a Brisbane.

Para viajar a Australia, los aviones se dividen en tres categorías. En primer lugar, la cabina Economy, con una configuración 3-3-3. Destaca por tener un “espacio amplio entre asientos”, por lo que “el pasajero viajará cómodo”. Además, “el reposacabezas es flexible para adaptarse mejor a la comodidad del pasajero viendo una película o durmiendo”.

La segunda clase es la Premium Economy, que cuenta con 32 asientos en una cabina independiente en la que las butacas se inclinan y tienen reposapiés. Esta clase tiene una facturación independiente y embarque prioritario.

La tercera clase es la Business, apta para pasajeros de negocios, “pero también vacacionales”. Esta cabina se configura “en forma de pez” siguiendo las leyes del feng shui en una distribución que mira a las ventanillas para que los viajeros estén “más relajados”. Las butacas se transforman “en una cama totalmente plana” de casi dos metros. Se ofrecen 46 asientos con pantallas táctiles de 19 pulgadas y servicio a bordo con tres comidas.

Respecto al entretenimiento, Esteve ha celebrado que Cathay Pacific haya recibido en 2023 el premio de mejor entretenimiento a bordo. Y es que los aviones de la aerolínea cuentan con la oferta de las plataformas HBO Max y Disney+.

Por otro lado, Esteve ha recomendado hacer una parada en Hong Kong y disfrutar del destino. Según ha indicado, se puede llegar a la ciudad en apenas 24 minutos. Para ello, ha destacado la península de Kowloon, la bahía de Hong Kong, el funicular de la isla de Lantau, el Gran Buda, probar la oferta gastronómica como los dim sum, subir a The Peak, visitar los templos e ir a las playas de las más de 100 islas que hay en el destino.

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