La operadora ferroviaria, Renfe, trabaja en lanzar en 2020 un tren AVE low cost que inicialmente operará en la relación Madrid-Barcelona y ofrecerá billetes hasta un 40% más baratos respecto al precio medio de los actuales, según informó el presidente de la compañía ferroviaria, Isaías Táboas.
Con este AVE barato, que tendría menos prestaciones y más capacidad de transportar viajeros, la operadora busca atraer al tren a los pasajeros que actualmente no eligen viajar en ferrocarril por su precio.
En el caso del corredor entre la capital y la Ciudad Condal, el más transitado del país, el AVE actual apunta alrededor de un tercio de los viajeros (entre un 31% y un 32%), frente al 20% que opta por el ‘puente aéreo’, otro 10% el autobús y, el resto, el vehículo privado, según indicó Táboas para apuntar el potencial que aún tiene el tren para “robar” pasajeros a otros transportes.
Renfe aún no ha cerrado el diseño definitivo de su servicio low cost, si bien asegura que se lanzará “unos meses antes” de que en diciembre de 2020 el transporte ferroviario se abra a la competencia.
Rebaja como plan estratégico
El AVE barato constituye el proyecto “estrella” del plan estratégico que Renfe ha diseñado para el periodo 2019-2023 precisamente con el objetivo de prepararse para la liberalización.
De hecho, Renfe contempla que este servicio más económico y su salto al exterior como sus dos principales bazas para encarar la entrada de otras compañías, para “salvar el bocado que pueden dar al negocio”, indicó Táboas respecto a la internacionalización.
“Vamos a poner énfasis y esfuerzo en la internacionalización de forma proactiva y buscando proyectos y aliados”, aseguró Táboas. “Y no sólo en servicios de AVE, sino también de Cercanías y de Media Distancia”.
Nuevos negocios para seguir creciendo
Tras comenzar a operar el AVE a La Meca y entrar en el proyecto de construcción de un AVE en Texas, el foco de Renfe de cara al exterior está en los servicios regionales que Francia sopesa abrir a la competencia, en Reino Unido y en Latinoamérica.
Renfe confía así en que estos dos nuevos negocios, y la “mejora y redefinición” de los que ya presta le permitan no sólo sortear el impacto de la entrada de competidores, sino incluso seguir creciendo.
De hecho, espera crecer un 30% en los próximos diez años, de forma que su cifra de negocio alcance los 5.300 millones en 2028. Casi una tercera parte (el 30%) de este importe provendrá del AVE low cost y del negocio internacional.
En concreto, la compañía pública espera que el AVE barato genere el 20% de esos ingresos, unos 1.060 millones de euros, y los servicios internacionales, otro 10% (unos 530 millones).
‘Cascada’ de pedidos de trenes
El tercer gran pilar de la nueva estrategia de Renfe es la inversión de 3.000 millones de euros que realizará en comprar nuevos trenes una vez que el Estado le ha garantizado el monopolio de los servicios de Cercanías y Media Distancia, los que reciben subvención pública, al menos diez años más.
La compañía ha arrancado este programa de compra con el lanzamiento de un primer contrato para comprar 31 trenes de vía estrecha y seis de cercanías por 287 millones de euros.
El resto de los contratos se irán licitando paulatinamente entre los próximos meses de febrero y junio. Entre ellos, destaca el de compra de nuevos trenes de Cercanías de gran capacidad, un pedido de unos 1.600 millones que sacará en marzo.