El pleno del Ayuntamiento de Benidorm ha rechazado la posible implantación de una tasa turística en la Comunitat Valenciana y ha aprobado una moción en la que reclama al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y al secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, la “convocatoria del Consell de Turisme para que en su seno se aborde toda la problemática suscitada” por su posible aplicación.

La portavoz del gobierno local y del grupo municipal popular, Lourdes Caselles, ha trasladado en la sesión ordinaria de agosto “el no rotundo a un impuesto que grava las pernoctaciones y alojamientos reglados” y que, a su juicio, “empeorará los resultados turísticos de Benidorm y de toda la Comunitat”. Ha resaltado además que el contexto de “incertidumbre” por el Brexit y sus consecuencias, en el que “otros destinos competidores” del Mediterráneo “se están fortaleciendo”.

La tasa, aseguran los ‘populares’ en la moción, podía propiciar la “huida de turistas hacia países y destinos como Turquía, Egipto o Túnez que se están haciendo fuertes en el mercado vacacional” y que están siguiendo “la estrategia precisamente contraria: bonificar la llegada de turistas”, añaden.

“Rechazo frontal del sector turístico”

Por último, el documento recoge que la implantación de este impuesto, “tiene el rechazo frontal del sector turístico de la Comunitat”, ya que podría afectar “negativamente a la competitividad de una industria que genera más del 13% del PIB y del 14% del empleo en la Comunidad Valenciana”.

Además, argumentan en el texto que en la Comunitat Valenciana “el turismo interno es muy importante, por lo que el 30% de los contribuyentes de este nuevo impuesto será la propia ciudadanía valenciana en sus vacaciones”.