La naviera Pullmantur ingresó un 5% más en 2019, la mejor cifra de la compañía en los últimos 15 años, y ya suma el 28% de la cuota de mercado en España, una cifra de la que el presidente y CEO de la compañía, Richard J. Vogel, ha dicho estar “orgulloso”, sobre todo, porque la naviera “compite con barcos más antiguos” y se centra en ofrecer “un mejor producto”.
Vogel ha realizado estas declaraciones en un desayuno de prensa que ha tenido lugar este martes en Madrid, en el que ha cifrado en 406.000 los pasajeros que transportó la naviera en 2019, frente a 403.000 en 2018, lo cual supone un ligero incremento del 0,7%.
La crucerista ha transportado 163.000 españoles, un número que no ha variado prácticamente con respecto a 2018, según ha indicado el presidente de Pullmantur. El crecimiento ha venido de la mano de los mercados de Latinoamérica, especialmente, Brasil y Colombia, “un destino en el que la compañía es líder del mercado”.
Pullmantur invertirá entre 25 y 30 millones en renovar el nuevo barco, que aumentará un 30% la capacidad de la naviera
Vogel ha concretado que desprenderse del Zenith provocará un descenso del 20% en los ingresos de la naviera, aunque ha asegurado que no prevén “reducir costes”, más allá de los que estén estrictamente relacionados con el propio barco, porque en abril esperan “abrir las reservas para el nuevo buque y comenzar con la promoción”.
El presidente de la naviera ha especificado que en la renovación de este nuevo barco, que contará con menos emisiones de carbono y será “más amigable con el medioambiente”, Pullmantur gastará “entre 25 y 30 millones”, y, una vez que esté en funcionamiento –a partir del 15 de mayo de 2021– aumentará la capacidad “hasta un 30%”.
“Las previsiones son muy buenas y esperamos contar con cinco o seis barcos entre España y Latinoamérica en los próximos cinco años”, ha señalado Vogel, para quien el mercado de los cruceros en nuestro país “tiene un gran potencial”. Tanto es así, que Pullmantur confía en que España recupere el número de cruceristas anterior a la crisis –700.000, en 2011– y no descarta que alcance “un millón en los próximos años”.
Para lograrlo, Vogel ha apuntado en dos direcciones: el papel fundamental de las agencias de viajes, que canalizan “el 90% de las ventas de Pullmantur”, y la necesidad de no entrar en guerras de precios con los competidores.
A este respecto, el presidente de Pullmantur ha mostrado su malestar con empresas de la competencia que intentan vender su producto exclusivamente “a través del precio”, pues considera que “no es un desarrollo sostenible ni sano” dado que “los clientes repetidores no se crean por precio, sino por valor”.
“Abiertos a discutir” sobre sostenibilidad
El presidente de Pullmantur también seha referido a las medidas planteadas por el Ayuntamiento de Barcelona en relación a los cruceros. En resumidas cuentas, el Consistorio de la Ciudad Condal prevé reducir el número de barcos y de terminales y aplicar una mayor fiscalidad a los más contaminantes.
“La limitación no debe ser cuantos barcos llegan, sino cuando lo hacen; necesitamos mejores previsiones de escalas”, ha señalado Vogel
“La limitación no debe ser cuantos barcos llegan, sino cuando lo hacen; necesitamos mejores previsiones de escalas”, ha argumentado Vogel, que, además, considera que no se pueden reducir los cruceros “de un día para otro” porque las navieras hacen sus planes cada “dos años” y una medida así afectaría “a empleos, logística, transporte o handling”.
En relación a la aplicación de tasas a los cruceros, como en el caso de Palma de Mallorca, Vogel ha defendido la necesidad de “saber dónde van”. “No deben servir para rellenar presupuestos, sino que tienen que revertir en educación o medioambiente”, ha sentenciado.
El coronavirus no afecta Pullmantur
Preguntado por el coronavirus, Vogel ha destacado que las reservas de Pullmantur “no se están viendo afectadas”, pero ha definido la epidemia como “un reto importante” para el sector “porque no se sabe cuándo acabará”.
Pullmantur sigue las recomendaciones de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Royal Caribbean, que es propietaria del 49% de las acciones de la naviera –el otro 51% pertenece al fondo de capital riesgo Springwater– . “Nuestro personal se toma muy en serio los procedimientos”, ha apuntado Vogel.
Entre las medidas más destacadas propuestas por CLIA, que ya ha adoptado Pullmantur, se encuentra la de denegar el embarque a todas las personas que hayan viajado hacia o desde China, así como transitado por el país vía aeropuerto, incluyendo Hong Kong y Macao, durante los 14 días previos al ingreso en el barco para prevenir el contagio a bordo del coronavirus.