Inspección de Trabajo estima que existe cesión ilegal de trabajadores en la base de Ryanair en el aeropuerto de Girona-Costa Brava tras la estimación de la denuncia interpuesta por la sección del Sindicato de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (Sitcpla) en la aerolínea en abril de 2019.

Así, Inspección de Trabajo ha emitido actas de infracción por la cesión ilegal corroborada de las agencias Workforce y Crewlink a la aerolínea irlandesa Ryanair.

Según ha notificado al sindicato, Inspección de Trabajo ha corroborado la cesión ilegal a través de visitas al aeropuerto el 13 de septiembre de 2019 y por la “comparecencia de la empresa Ryanair los días 26 de septiembre y 11 de octubre de 2019, y de las empresas Workforce y Crewlink el 20 de noviembre”.

Tras esta resolución, el sindicato señala que el siguiente paso “es interponer la demanda en lo Social para exigir que se reconozca la pertenencia de esos trabajadores contratados a través de Crewlink y Workforce a la empresa principal Ryanair”, lo que supondría también la recuperación con efectos retroactivos de “algunas de las mejores condiciones que se tienen en la matriz con respecto a las agencias”, según ha explicado la secretaria de comunicación de USO-Ryanair, Lidia Arasanz.

Impugnación del ERE

El próximo martes 10 marzo se celebrará en la Audiencia Nacional el juicio por la demanda interpuesta por los sindicatos USO, Sitcpla y Sepla para impugnar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el cierre de las bases de Lanzarote, Tenerife y Gran Canaria.

La base de Girona, para la que también planeaba el cierre, fue salvada después de que los 120 trabajadores del aeropuerto de Girona y Ryanair alcanzaran un acuerdo, en el que los empleados modificaban su contrato a fijos discontinuos y reducciones del 25% en la jornada, para que no se produjera el cierre definitivo de la base. Los 14 restantes se acogieron al ERE.

Sin embargo, el pasado 12 de febrero, la aerolínea envió una carta a sus trabajadores para informar de su intención de retirar un avión en Girona y otro en Madrid como consecuencia de los problemas surgidos por el retraso en las entregas de los 737 MAX que tiene encargados, lo que conlleva la reducción de algunas rutas, por lo que propuso la reducción de jornada durante la temporada de verano o excedencias.

No obstante, el plazo de los trabajadores para acogerse a estas medidas finalizó sin que ninguno de los trabajadores se acogieran a la reducción de jornada.