En el mundo se estima que una de cada siete personas tiene algún tipo de discapacidad física, mental o sensorial.
Las personas con discapacidad y los adultos mayores son dos colectivos que incluyen a millones de personas en el mundo. Por ese motivo, potenciar un turismo accesible e inclusivo se presenta como una oportunidad de negocio en el futuro post-COVID, según se desprende de la segunda edición del Hospitality Inspiration Council.
En el mundo se estima que una de cada siete personas tiene algún tipo de discapacidad física, mental o sensorial, lo que representa cerca de 1.000 millones de ciudadanos. Una cifra que la OMS ha advertido irá aumentando a medida que las personas vivan más años
Por su parte, de acuerdo con datos de la ONU, en el año 2050 aproximadamente 1.600 millones de personas tendrán más de 65 años. Con lo que el segmento de adultos mayores será uno de los más numerosos en los próximos 30 años.
Diego González, presidente de la Red Iberoamericana de Turismo Accesible y de la Red Española de Turismo Accesible, explicó durante su ponencia en el Hospitality Inspiration Council la importancia de la accesibilidad: “Es imprescindible para el 10% de la población mundial, necesaria para el 40% y cómoda para el 100%”.
“La accesibilidad es un factor intrínseco a la calidad turística, pues no se puede concebir o hablar de calidad cuando miles, cientos de miles o millones de personas permanecen al margen de su uso o disfrute”, apuntó González.
“Una oportunidad económica”
Así, en el evento se llegó a la conclusión de que “la nueva normalidad se presenta como una oportunidad para plantear un modelo de turismo donde todos los segmentos estén incluidos, basado en el derecho reconocido que tienen todas las personas, sin importar su condición, a disfrutar de la actividad y de las experiencias turísticas”.
En este sentido, las empresas y los destinos “pueden aprovechar la oportunidad económica que representa para el sector turístico facilitar el acceso a millones de turistas a su oferta”.
