Evolución de las restricciones en los viajes de trabajo en las empresas.
Casi un 70% de los viajeros de negocios están dispuestos a viajar, con independencia de que se disponga una vacuna o de un tratamiento para la COVID-19, según una encuesta elaborada por Gebta e Iberia.
Según dicho estudio, un 31% de los viajeros muestra su disposición para viajar, sin más condiciones, mientras que un 36,6% está listo para viajar a cualquier destino en el que la pandemia esté bajo control, pese a no existir vacuna ni tratamiento contra el coronavirus.
A pesar de estos deseos, según las estimaciones Gebta el nivel de actividad viajera de las corporaciones estuvo en torno al 30% al cierre del mes de octubre.
Entre los dos motivos principales que ejercen de freno a los desplazamientos corporativos, el estudio señala las políticas de viajes y la percepción de riesgo de contagio a los que se suman las restricciones a la movilidad y el desconocimiento generalizado de las restricciones.
Por regla general, las políticas de viajes tienden a la aplicación generalizada de la prohibición de desplazamientos. Hasta hace poco, esta era la tendencia mayoritaria entre las grandes empresas, las pequeñas y medianas empresas son las que en mayor medida habrían empezado a moverse,a partir de procesos de autorización “caso por caso” o dotando de mayor autonomía a los viajeros y departamentos en sus decisiones relacionadas con la movilidad.
Periódicamente, Iberia realiza también una encuesta a las empresas sobre las restricciones en los viajes de trabajo y el cambio entre junio y septiembre entre las 30 más importantes en España ha sido muy significativo:
En junio, 4 de cada 5 empresas (81%) tenían restricciones a los viajes. Sin embargo, en septiembre solo una de cada cinco mantiene esa política más restrictiva (22%), dos de ellas las han reducido (41%) y las otras dos ya no tienen ninguna restricción para los viajes de trabajo (38%) e incluso, han incorporado los vuelos de largo radio.
Riesgo de contagio
El segundo de los factores que ejerce de barrera adicional a los viajes es la percepción de riesgo de contagio. Según el informe existiría una relación directa entre la motivación para viajar y la percepción de riesgo, que en el caso de los viajeros de empresa se concentra básicamente en dos ámbitos: la percepción de seguridad en la cabina del avión y en menor medida en las condiciones del destino.
Este dato se ve confirmado a través de la comparativa entre los niveles de motivación para viajar (3,84 sobre una escala de 1 a 7) y el grado de percepción medio de seguridad de los viajes (3,89 sobre una escala de 7), que registra el estudio.
Guillermo González Vallina, director de ventas España de Iberia, afirma que “actualmente disponemos de datos de diversos estudios solventes que nos confirman que el grado de exposición a patógenos en aerosol en los aviones es "casi inexistente" (0,0003%) y que la cabina de un avión es uno de los espacios cerrados más seguros del mundo”.
Para Marcel Forns, director general de Gebta, “la correcta evaluación de los niveles de riesgo reales y la adecuación de las políticas de viajes a procesos de autorización “caso por caso” resultan, además, fundamentales para la toma de las decisiones estratégicas de las empresas, dado que la falta de desplazamientos y la abrupta caída de las relaciones comerciales presenciales está lastrando las economías de las corporaciones. La capacidad de resistencia de las empresas es limitada”.
De hecho, el estudio identifica que las empresas están inquietas por lo que haga su competencia, como lo confirma el dato de que un 60% de los viajeros encuestados considera que las empresas que retomen más rápidamente los viajes de trabajo podrían obtener ventajas sobre las que lo hagan más tarde.
“El 82% de los gestores de viajes de empresa reconoce que las reuniones presenciales son más eficaces que los encuentros virtuales. No nos sorprende que las empresas estén más pendientes que nunca de los viajes que hace su competencia”, concluye Forns.
