El vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, ha admitido este martes que el Brexit, que culmina definitivamente el 31 de diciembre, será “malo” si hay acuerdo y “malísimo” si no lo hay, pero espera que se pueda minimizar el daño, especialmente sobre la agricultura y el turismo.
Rodríguez ha insistido en que están “a la expectativa” pero ha defendido que la pérdida de las elecciones de Donald Trump en Estados Unidos “es una buena noticia” porque “ha frenado” el ímpetu del primero ministro británico, Boris Johnson, que “venía muy animado por la derecha populista americana” y ahora, con Biden en la Casa Blanca, ya que es un “socio menos interesante”.
Rodríguez ha comentado que tanto la UE como el Gobierno español tienen planes de contingencia para el día después, principalmente relacionados con el control de las fronteras, los transportes, el comercio o las actividades financieras, pero “están casi en secreto para no debilitar la negociación”.
Los británicos, tan interesados como Canarias
Ha dicho que tanto el negociador de la UE, Michel Barnier, como el Parlamento Europeo y el Gobierno central “conocen bien” las RUP y “están informados de los asuntos canarios”, y en ese sentido, ha garantizado por ejemplo, que los tres millones de ayudas a la exportación que se daba a las empresas agrícolas se van a mantener en forma de fondos de reconversión.
Sobre el turismo, ha comentado que los británicos están igual de interesados que Canarias porque buena parte del negocio está allí con los turoperadores y aerolíneas, si bien ha advertido de que la bajada de renta económica puede disminuir los visitantes.