La Asociación Europea de Agencias de Viajes y Turoperadores (ECTAA, por sus siglas en inglés) ha afirmado en un comunicado que las aerolíneas “aún deben reembolsar 7.000 millones a las agencias de viajes”.
La asociación, que ha descrito el año 2020 como “catastrófico”, considera que la “crisis de liquidez de los proveedores”, entre los que incluye a las aerolíneas, los hoteles o las empresa de eventos, “se traspasó a los turoperadores y agencias de viajes que, a su vez, no pudieron reembolsar a los clientes ni emitir vales”.
Asimismo, la asociación destaca que la ausencia de ventas ocasionada por las restricciones de viaje y las medidas sanitarias condujo a muchas empresas a “reducir su personal, utilizando esquemas de desempleo temporal o despidiendo personal”.
En concreto, ECTAA señala que el sector ha sufrido un descenso del 80% en su facturación, “que apenas alcanzará los 40.000 millones de euros en 2020, frente a los 175.000 millones de 2019”. “Los viajes se han hecho imposibles por el cierre de fronteras y la consiguiente falta de coordinación, contradicción e inestabilidad, restricciones de viaje, lo que desalienta a los clientes potenciales a viajar y a las empresas de viajes a comenzar de nuevo”, explican.
El presidente de la asociación, Pawel Niewiadomski, ha destacado que “a pesar de todos los esfuerzos realizados por las empresas de todos los países y su personal, y a pesar del apoyo público brindado a la industria, muchas empresas pueden no recuperarse”. “Se necesitan medidas de apoyo continuas para la industria de viajes y turismo, que es la industria más afectada por la pandemia”, añade.
El ejemplo griego
En este contexto, ECTAA considera que “la coordinación y las iniciativas conjuntas destinadas a apoyar el reinicio de los viajes y el turismo son fundamentales”. Como ejemplo, la asociación pone a la Organización Nacional de Turismo de Grecia, que realizó a su juicio “una contribución invaluable para restaurar la confianza del consumidor y abrir el turismo a los negocios”.
La asociación revela que las autoridades griegas y las asociaciones de viajes “se han estado comunicando de manera clara con la industria y los consumidores e implementando estrictos protocolos de salud y seguridad” desde junio. “Gracias a políticas bien definidas, Grecia, a pesar de todas las dificultades, ha logrado recibir a los visitantes de manera segura”, celebran.