La estacionalidad en el turismo es un hecho con el que todas las agencias de viajes conviven. Hay una temporada alta y una baja. En otras ocasiones hemos hablado del marketing para fidelizar al cliente o sacar el máximo provecho a los datos que se tienen del cliente para definir sus gustos. En esta ocasión vamos a hablar del marketing estacional para intentar combatir los meses más flojos.

El marketing estacional es una estrategia por la cual las empresas, en base a distintas épocas y fechas del año señaladas, programan campañas de comunicación u ofertas para sus productos y servicios para incrementar sus ventas aprovechando la estacionalidad. El turismo no es ajeno al marketing estacional, ya que aprovecha las temporadas altas como verano y fin de año.

Sin embargo, se puede sacar provecho a muchas otras fechas. Por supuesto, ninguna tendrá tanta efectividad como el verano, cuyos paquetes siempre deben estar en el escaparate y en primera línea. Pero esto no quita que se pueda dejar un hueco para otros acontecimientos del año que se celebran en todo el mundo.

Para que una estrategia de marketing estacional sea efectiva el primer paso, según la escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores, es identificar al público objetivo, saber hacia quién te diriges, para plantear unos objetivos reales. Los datos obtenidos a través del Big Data ter permitirán anticiparte a las necesidades de los clientes.

El segundo paso es crear un calendario con las fechas que más le pueden interesar al público y utilizar todos los soportes como redes sociales, mailing y sitio web, adaptando el contenido para lanzar campañas en días y momentos específicos en los que las publicaciones tendrán una interacción y visibilidad mayor.

Con los conocimientos que el profesional tiene sobre los clientes y con un calendario ya definido hay que elaborar o seleccionar los productos a ofrecer en cada época. Para, es eficaz tematizar el contenido y los productos elaborando diseños y con mensajes relacionados con cada estación.

Ejemplos de estas fechas pueden ser el día de San Patricio, en marzo; los Carnavales, a finales de marzo; el Oktoberfest, entre septiembre y octubre; Halloween o el Orgullo LGBTI, entre otras muchas festividades. También se pueden aprovechar fechas buenas para hacer regalos como el Día de Reyes, el Día de la Madre, el Día del Padre o el Black Friday, por ejemplo.