Los residentes que regresen a Reino Unido de los países que están incluidos en la ‘lista roja’ se verán obligados a someterse a una cuarentena de diez días en un alojamiento proporcionado por el Gobierno, según ha decretado este miércoles el primer ministro Boris Johnson.
Las medidas son de aplicación para un buen número de países de América del Sur, el Sur de África y Portugal. Se trata de 22 países en riesgo por las nuevas cepas, entre los que no se encuentra España.
Las personas procedentes de los países incluidos en esta lista ya tienen, en su mayoría, prohibida la entrada al Reino Unido. Sin embargo, a los que no se les pueda negar el acceso, por su condición de residentes, deberán aislarse diez días, “sin excepciones”.
Los residentes que lleguen al Reino Unido desde alguno de los países mencionados serán recibidos en el aeropuerto y transportados directamente a los espacios habilitados por el Gobierno para que cumplan la cuarentena.
La ministra del Interior, Priti Patel, ha comparecido después del primer ministro para ampliar el alcance de la medida y confirmar que también obligará a quienes quieran abandonar Reino Unido a poner por escrito "por qué necesitan viajar". "Irse de vacaciones no es una razón válida", ha sentenciado.
El Gobierno quiere que solo se contemplen los viajes "más importantes y con razones excepcionales" y plantea multas para quienes incumplan estas restricciones, que en opinión de los laboristas son demasiado laxas y llegan demasiado tarde. La oposición ha reclamado que la cuarentena se extienda todas las llegadas desde el extranjero.