El Gobierno había establecido que las prohibiciones concluyesen el 14 de febrero, pero ha decidido extender el plazo, como consecuencia del aumento de contagios.
La canciller alemana, Angela Merkel, y los 16 ministros presidentes de los estados federados del país teutón han llegado a un acuerdo para extender el bloqueo de las actividades no esenciales, entre los que están los relacionados con la actividad turística, hasta el 7 de marzo, según recoge Welt.
El Gobierno había establecido que las prohibiciones concluyesen el 14 de febrero, pero ha decidido extender el plazo, como consecuencia del aumento en el número de contagios por coronavirus.
La extensión contempla ciertas excepciones, como los peluqueros, que podrán abrir a partir del 7 de marzo si cumplen con los requisitos sanitarios pertinentes. El comercio minorista o los comercios y galerías podrán reabrir cuando se alcance una incidencia estable de 35 contagios por cada 100.000 personas en un periodo de siete días.
A nivel turístico, los hoteles y restaurantes, y las empresas culturales y de ocio no disponen aún de una fecha concreta para retomar sus operaciones, si bien el Ejecutivo alemán espera poder ofrecer más detalles al respecto a partir del próximo 3 de marzo.
“Bloqueados durante un año”
La Asociación de Agencias de Viajes de Alemania (DRV por sus siglas en alemán) ha afirmado que si el Gobierno del país teutón “bloquea sectores económicos por completo” también debe presentar “medidas para el reinicio de la actividad”.
“Las consecuencias para la economía son graves”, han señalado en un comunicado en el que destacan la “situación devastadora de las agencias de viajes, los operadores turísticos y los muchos otros proveedores de servicios en el turismo”, que “han estado bloqueados durante un año, sin perspectivas, con la excepción de una breve recuperación en verano”.
Para DRV, “el sector turístico necesita perspectivas de futuro” porque muchas personas “han tenido que abandonar su negocio o están al borde de la quiebra”. La asociación considera que los políticos y el sector turístico “deben trabajar en estrecha colaboración para determinar los las condiciones en las que la industria puede reanudar sus negocios”.
