El ministro encargado de la Respuesta a la COVID-19 en Nueva Zelanda, Chris Hipkins, ha informado de que el país abrirá sus fronteras para los turistas internacionales completamente vacunados a partir del día 30 de abril.
Por su parte, los neozelandeses en el extranjero que cuenten con la pauta completa podrán regresar al país de forma “más fácil” a partir de enero del próximo año ya que las autoridades revisan los requisitos de guardar cuarentena y aislamiento para la mayoría de los casos.
“Cerrar nuestra frontera fue uno de los primeros pasos que tomamos para mantener a nuestro país a salvo de la COVID-19 y será lo último que abriremos, tras pasar al sistema de semáforos para la protección y el levantamiento de las limitaciones en Auckland”, ha señalado Hipkins, según recoge el sitio oficial del Gobierno neozelandés.
Los viajeros sí que deberán mantenerse en aislamiento durante al menos siete días y tendrán que presentar pruebas negativas en coronavirus a su llegada y antes de abandonar el país. Aquellos turistas procedentes de países en situación de mayor riesgo de contagios deberán mantenerse en aislamiento controlado y después confinarse en sus domicilios durante otros tres días más.
“Hacemos este anuncio hoy para darles a las familias, las empresas, los visitantes y las compañías aéreas y aeroportuarias certeza y tiempo para prepararse. Es muy alentador que, como país, estemos ahora en condiciones de avanzar hacia una mayor normalidad”, ha celebrado Hipkins.
El ministro ha reconocido la división a nivel social respecto a abrir las fronteras incluso antes de Navidad, “lo cual es comprensible”, o ser “más cautelosos”. “Ha sido difícil, pero el final de los viajes fuertemente restringidos está a la vista”, ha aseverado.
“Sigue habiendo una pandemia mundial con casos que aumentan en Europa y otras partes del mundo, por lo que debemos tener mucho cuidado al reabrir la frontera”, ha avisado Hipkins.
Actualmente alrededor del 84 por ciento de la población de Nueva Zelanda está vacunada contra la COVID-19. El país ha constatado más de 10.000 casos y 40 muertes desde el inicio de la pandemia.