Un nuevo estudio pone en evidencia el escaso efecto de las restricciones a la hora de detener nuevas variantes.
El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) junto a la Asociación Internacional de Transpotye Aéreo (IATA) han solicitado la supresión de todas las restricciones de viaje impuestas a raíz de la COVID-19 en la Unión Euopea y el área Schengen.
La petición incluye la eliminación de los requisitos de prensar una prueba negativa, el certificado de vacunación o completar el formulario de localización de pasajeros (PLF). Además de esto, se incluye dejar de usar máscaras para viajar dentro o entre estados donde ya no es obligatoria en interiores.
Distintos países de Europa ya han levantado las restricciones internas como la de presentar credenciales de salud para acceder a establecimientos o el uso de mascarilla en espacios públicos. Al igual que se eliminan las restricciones internas, lo lógico sería ir haciendo lo propio con aquellas medidas que se aplican al transporte aéreo.
Una investigación llevada a cabo por OXERA/Edge Health revela que, si se descubre una nueva variante y se introducen restricciones de viaje de inmediato, solo se conseguiría retrasar el pico de las infecciones unos días. Para cuando esta se identifica y se ponen en marcha restricciones, es posible que esta ya esté circulando por todo el mundo. De esta manera, los beneficios para la salud serían superados por el daño social y económico causado por el impacto negativo en los viajes aéreos.
Rafael Schvartzman, vicepresidente regional de IATA para Europa, considera que es el momento de de centrar sus esfuerzos de COVID en la vigilancia y eliminar las restricciones restantes dentro de la UE. Esto liberará a las personas para viajar y respaldará el regreso de los empleos al transporte aéreo europeo y los sectores de viajes”.
“La investigación y el modelo independientes publicados hoy muestran que los gobiernos pueden levantar las restricciones con confianza, tanto para hoy como para cualquier variante futura de preocupación”, asevera Olivier Jankovec, director general de ACI Europe. “La eliminación de todas las restricciones de COVID-19 finalmente restaurará por completo la libertad de viajar. Será un impulso muy necesario para todos los sectores de viajes y turismo que se han visto obligados a eliminar cientos de miles de puestos de trabajo”, afirma.
A raíz de estas investigaciones ACI Europe junto a IATA solicitaron los ministros de Transporte y Salud de los estados miembros de la UE: eliminar todas las restricciones sanitarias en los viajes y en las fronteras antes de la temporada de verano, en concreto las pruebas, el rastreo de contactos y los certificados de vacunación; homogeneizar las restricciones sanitarias aplicables a la aviación con las aplicadas a nivel nacional, especialmente en lo que respecta a los mandatos de máscara; permitir que las personas vacunadas con una vacuna aprobada por la OMS viajen a la UE desde terceros países con las mismas condiciones que los vacunados en Europa.
Del mismo modo, ambas organizaciones han puesto en valor el papel que el Pasaporte COVID-19 ha desempeñado para lograr que los países reabrirán las fronteras y reiniciarán los viajes por el continente.
