Es importante analizar a fondo la oferta de cada hotel que ofrezca este servicio.
No son pocos los que sueñan con llevar a cabo una estancia en un hotel Todo Incluido. Esta variedad de reserva hotelera implica que el cliente, previo pago de un precio cerrado, podrá disfrutar de todos los servicios que ofrece el hotel. Es una opción cada día más popular, pues se considera un presupuesto y, una vez abonado, ya no hay que preocuparse de nada, permitiendo un verdadero descanso y desconexión en todos los sentidos. Consigue ofrecer a los que la eligen olvidarse completamente de llevar un control de los costes.
El Todo Incluido es habitual en los cruceros marítimos y, cada vez más, en los hoteles tradicionales de costa. Para que pueda obtener este título, el régimen de este tipo de alojamiento deberá incluir como mínimo la habitación, las tres comidas fundamentales; el desayuno, el almuerzo y la cena. Así mismo, también tendrá barra libre en todas las bebidas, así como servicios de guardería, piscina y, en algunos casos, actividades de relajación, como saunas y masajes.
Las opciones son numerosas, según los expertos y los muchos clientes que ya han probado estos servicios. Los más recomendados para unas vacaciones ideales en familia son los hoteles con todo incluido de Iberostar. Espacios optimizados para la diversión con los hijos, el descanso y la desconexión donde no habrá que preocuparse de nada. Si, además, quieres disfrutarlos en rincones exquisitos del Caribe, esta cadena de hoteles presenta sus complejos de 5 estrellas en Cancún, Punta Cana, Riviera Maya o Varadero, destinos de excepción, de esos que permanecen en el subconsciente colectivo como lugares donde ir en algún momento de la vida.
Qué tener en cuenta para elegir un hotel con todo incluido
Es importante analizar a fondo la oferta de cada hotel que ofrezca este servicio. No es extraño encontrar demasiada letra pequeña, detalles de los que el cliente solo se percatará cuando ya está instalado en sus habitaciones.
Por ejemplo, es habitual que haya que pagar por algunos servicios extras que, en un principio, se pensaba que estaban incluidos en el precio. La mayoría de ellos se refieren a bebidas caras, alcohólicas de reserva, como vinos y whisky, o servicios especiales, como el spa, el golf o alguna otra actividad lúdica o deportiva.
Por lo tanto, habrá que llevar a cabo una comprobación de todo lo que se incluye, pensando, sobre todo, en las necesidades que se quieren ver cubiertas, ya que es posible que algunos servicios que no se vayan a utilizar sean gratuitos, como jugar al tenis, y otros que sí se van a requerir, como la guardería infantil, haya que pagarlo como extra.
Las excursiones
Es posible que, si la estancia va a ser larga, apetezca salir del hotel a descubrir alguna curiosidad, entorno natural o población cercana. Si es esta la idea, habrá que prestar especial atención a la posibilidad de que las salidas estén gestionadas por agencias independientes al hotel que, por regla general, suelen ser bastante caras. Si es el propio hotel el que las organiza habrá que saber de antemano si forman parte o no del presupuesto del Todo Incluido.
Los extras
No solo hay que estar atento a qué actividades o productos pueden ser consumidos sin coste una vez dentro de las instalaciones del hotel. También habrá que confirmar otra serie de detalles extras que algunos incluyen y otros no, como pueden ser los traslados desde y hasta el aeropuerto, si hay que dejar propina, si hay conexión Wi-fi, plataformas de televisión de pago…
Qué hacer en estos hoteles
Es frecuente que los clientes que van a hacer uso de estos servicios no sepan bien como actuar. La realidad es que no hay nada de lo que preocuparse, ya que los mismos hoteles son los que van a procurar que el cliente no encuentre inconveniente alguno en sus movimientos por el hotel o en la consumición de productos y servicios.
La dirección y todo el equipo profesional que trabaja en este tipo de complejos turísticos tiene como objetivo ponerlo fácil al cliente, hacer que se sienta a gusto y constantemente atendido. El motivo es que se esté tan bien que no se quiera salir del hotel.
La pulsera
En cualquier caso, y como norma general, suelen colocar una pulserita identificativa como representación física para el acceso a todo lo que ofrece el hotel a sus clientes. Esta pulsera da a entender el poder de consumición que se posee, por lo tanto, no se deberá perder, ni siquiera quitar, mientras dure la estancia. Esta identificación se suele colocar en el momento que se llega a recepción para hacer el check-in, y según la categoría de la que forme parte, así será su diseño, pues no es extraño que según el pago que se haya realizado pueda optar por servicios VIP que de otra manera no están permitidos o por que debería hacerse un pago adicional.
Consejo; moderación
Es bastante habitual que el cliente con un Todo Incluido quiera sacar el máximo rendimiento a su situación. Se comete el error de consumir comida y/o bebida sin límite para rentabilizar o incluso para tener la sensación de ganar dinero. Esto va a impedir que se disfrute en su totalidad del resto de servicios, incluso es posible que algunos días, por resaca o por hacer daño a su estómago, se pierdan uno o varios días de diversión. Lo más recomendable es consumir con moderación, como se haría de forma habitual durante unas vacaciones normales.
