China mantiene una de las políticas más restrictivas del mundo frente a la pandemia.
El Gobierno de China ha anunciado este viernes una tímida relajación de las restricciones para contener la pandemia de COVID-19 que contemplan cuarentenas más cortas y la eliminación de los castigos para las aerolíneas que transporten al gigante asiático a personas contagiadas de coronavirus, lo que evitará prohibiciones de vuelos.
Las autoridades han hecho público un nuevo protocolo de 20 puntos que implica que quienes viajen a China tendrán que aislarse en hoteles específicos cinco días en lugar de los siete actuales, si bien se alargará a ocho en el caso de quienes no pueden aislarse tres días más en una vivienda privada. Para abandonar el país, bastará con presentar un test negativo en lugar de dos.
En el caso de los contactos con casos positivos, el protocolo de aislamiento se reduce de diez a ocho días: cinco de cuarentena estricta y tres de observación, según informan los medios oficiales chinos.
China mantiene una de las políticas más restrictivas del mundo frente a la pandemia, con el objetivo de reducir a cero el volumen de casos a costa de introducir medidas indiscriminadas. Unos cuatro millones de personas estarían a día de hoy afectadas por confinamientos.
Pese a este control, el Ministerio de Sanidad ha informado estos últimos días de niveles máximos de contagio en seis meses, con 10.500 nuevos positivos notificados sólo este viernes. Según el diario Global Times', el mero anuncio de la relajación de los protocolos ya ha disparado las búsquedas de vuelos a niveles inéditos en el último año.
