Transporte

Renfe reduce un 70% sus pérdidas en 2022, hasta los 109 millones

Multiplica por más de cuatro su resultado operativo gracias al incremento del tráfico y la contención de costes

Publicada 01/02/2023

8:56 horas

 - Actualizada 01/02/2023

9:37 horas

La empresa puso en marcha un plan de contención de gasto que le ahorró 368 millones.

La empresa puso en marcha un plan de contención de gasto que le ahorró 368 millones.

La operadora ferroviaria Renfe obtuvo un resultado negativo antes de impuestos de 108,6 millones de euros en 2022, lo que supone una reducción del 70% respecto a los ‘números rojos’ de 362 millones de euros del año anterior, a pesar del fuerte incremento registrado en los precios de la electricidad durante todo el ejercicio.

En concreto, el gasto de la energía que usa para mover sus trenes se disparó un 79%, hasta los 630 millones de euros, lo que representa el 16,4% de todos sus gastos de explotación, frente al 11% que representaba en 2021, cuando los precios eléctricos comenzaron a dispararse.

De hecho, antes de la pandemia, en 2019, este gasto apenas representaba el 7,7% del total de costes. Ahora, ya es el tercer gasto más importante de la cuenta de resultados de la compañía, solo por detrás de los cánones (lo que paga a Adif por el uso de las vías) y el personal.

La cuenta de resultados también se vio lastrada por el impacto de la quinta ola de COVID-19 causada por la variante Ómicron en el primer trimestre del año, cuando los ingresos por ventas de billetes se situaron un 21,3% por debajo de lo previsto.

De hecho, en ese trimestre, la empresa ya acumuló unas pérdidas de 95 millones de euros, el grueso de los ‘números rojos’ de 109 millones con los que cerró el conjunto del ejercicio 2022.

Los ingresos por tráficos, según ha informado tras la celebración del consejo de administración en el que se han abordado estos resultados, fueron de 3.788 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,7%. En la parte de viajeros crecieron un 43,5% y en la de mercancías otro 15,7%.

Para compensar el impacto de los precios de la energía, Renfe puso en marcha un plan de contención de gasto que le permitió reducir en 368,1 millones de euros sus costes ajenos a la electricidad, lo que incluye personal, cánones, mantenimiento de trenes, servicios a bordo, consumos de materiales o proyectos, entre otras partidas.

En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda), el dato que mejor refleja la evolución operativa de la empresa, su multiplicó por más de cuatro veces, hasta los 292 millones de euros, frente a los 67 millones del año anterior.

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