Ibáñez confirma que la figura del travel manager se ha convertido en esencial e importantísima.
La industria del Business Travel ha sido una de las primeras en afrontar la disrupción digital, innovando en sus estrategias y productos para satisfacer al consumidor, al intermediario y al proveedor final. No obstante, la rápida evolución de las tecnologías es el resultado de una nueva ola de retos que requieren un replanteamiento en la forma en que operan cada una de las compañías en las que trabajamos.
La figura de travel manager se ha convertido en esencial e importantísima y deberá basarse en la tecnología y la formación continua para entender e implementar efectivamente la transformación en sus organizaciones.
En esta nueva era se requiere estar bien informado sobre las últimas tendencias, oportunidades y amenazas que sufrimos dentro y fuera del sector.
Aunque vivimos una contradicción momentánea: por un lado, nos encanta hablar de nuevas tecnologías aplicadas a la gestión de los viajes de empresa, en aerolíneas, hoteles, destinos o agencias de viaje; y por otro, tenemos la obligación de ser capaces de discernir qué tecnologías son realmente útiles y necesarias en tiempos post-pandemia. Debemos ser resilientes y saber que nuestras decisiones pueden costarnos mucho dinero y grandes dosis de frustración.
El travel manager tiene el gran desafío de acostumbrarse y adaptarse a un futuro incierto, ser muy flexible y trabajar más codo con codo con la agencia de viajes, entendiéndose muy bien, el uno al otro, como socios estratégicos. Ambos actores debemos trabajar conjuntamente poniendo el foco en la elaboración de nuevos protocolos de seguridad y la creación de un escenario de confianza. Debemos hacer juntos una revisión exhaustiva del programa de viajes (limites, estrategia de viajar, alojamientos, proveedores, etc.…) para que se adapte a las necesidades de negocio que serán cambiantes según el panorama sanitario, económico y geopolítico, a nivel nacional e internacional. Teniendo siempre como objetivo la seguridad del viajero y la optimización de las políticas de viaje.
Ante el más que previsible cambio de escenario en cuanto al transporte y alojamiento, lo más importante para la industria del Business Travel son las innovaciones y desarrollos de las herramientas globales; protocolos de seguridad, sanidad e higiene y la creación de escenarios y burbujas de confianza. Es esencial garantizar que los viajeros corporativos tengan acceso a toda la información relativa a su viaje de forma inmediata y con la última actualización disponible, involucrándoles en el programa de viajes corporativos en todo el proceso, antes, durante y después del viaje.
El viaje corporativo jamás desaparecerá porque crea un sentimiento de unión y confianza, humaniza el trabajo y las conversaciones, aumenta la productividad y sobre todo crea una sintonía, pudiendo compartir ideas y resolver problemas, apreciando las señales verbales.
En el viaje corporativo, se puede ver el lenguaje corporal, los gestos y las expresiones faciales de la otra persona, entre muchas otras cosas, lo que permite atraer y cerrar negocios.
En definitiva, la figura del travel manager dentro del sector del Busines Travel es una piedra angular para saber entrelazar personas y negocios.
