El presidente de la Mesa de Turismo, Juan Molas, carga contra la reducción de vuelos corto que proponen el PSOE y Sumar en su acuerdo de Gobierno. Es una normativa que se toma “de cara a la galería”. Molas considera que “es absurda y demagógica” y que “no está pensada, debatida ni estudiada”.

Desde la Mesa de Turismo expresan su preocupación ante esta propuesta porque “ni agentes sociales, ni patronales, ni sindicatos tenían conocimiento de ella”. Según molas, se trata de una medida “descabellada en un momento en el que el país necesita inteligencia, buena voluntad y consenso”.

Así, defiende la importancia de mantener los vuelos de corto radio. Molas sostiene que “si la aviación no es sostenible, el turismo tampoco lo será”. Según indica, esta medida tendría una efectividad mínima respecto a alcance, aunque causaría un perjuicio a la rentabilidad del sector aéreo. En este sentido, la Mesa de Turismo recuerda que la gran mayoría de turistas que entra a España lo hace por vía aérea.

“El turismo español está convencido de que el futuro pasa por la sostenibilidad, pero ésta no se logra con medidas populistas, sino efectivas, que son aquellas derivadas de un estudio de viabilidad exhaustivo, realista y riguroso”, afirma Molas.

Medidas alternativas

La Mesa del Turismo propone medidas alternativas para trabajar en un turismo sostenible a la vez que se mantienen los vuelos de corto alcance. Una de ellas es la conectividad de transporte. En concreto, exige que la intermodalidad entre en los principales aeropuertos españoles, haciendo referencia a Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla, especialmente.

“Sin tener la intermodalidad en los principales ‘hubs’ de llegadas internacionales, eliminar los vuelos de corto radio no sólo dañaría la conectividad doméstica, sino que alargaría la duración total del viaje hasta el destino de muchos usuarios internacionales que, posiblemente, se decantarían por otras rutas que sin bajarse del avión les permitan llegar a su destino”, mantiene Molas.

Otra opción que Molas pone sobre la mesa es la colaboración entre los sectores público y privado. Según apunta, el turismo representa el 12,4% del PIB directo en España, por lo que “debería ser política de Estado como Defensa o Energía”. Y en esas políticas debe entrar el sector privado, subraya, porque el Gobierno debe entender “que los que saben de esto” son las empresas del sector. “Ellos saben de política”, añade Molas, que invita además a los miembros de Ejecutivo a que les llamen para consensuar medidas relativas al turismo.

En clave de política europea, desde la Mesa del Turismo explican que España tiene que “tener mayor influencia”. Exigen, de este modo, que España juegue un papel clave en “las decisiones que se tomen” y que afecten “al menos al sur”. Con todo, Molas lamenta que “el sector público nunca ha prestado al sector turístico la atención que merece”.

Por otro lado, Molas solicita “un plan nacional de innovación turística”, todo ello basado en “una buena formación del sector”. Y es que considera que hay que dignificar los empleos turísticos y tratarlos como algo de “alto valor” y trabajar en la mala reputación que tienen.

Además, pide un plan en cuanto a “sostenibilidad con recursos hídricos” dado que es un problema que tiene España que se debe “solucionar pronto de manera definitiva” porque “afecta mucho al turismo”.

Balance de 2023 y previsión de 2024

En el contexto de la charla-coloquio ‘Análisis turístico 2023. Retos y oportunidades para el futuro del sector turístico español’, Molas asevera que el turismo podría aportar directamente 100 mil millones de euros al PIB. “Ha sido un buen año, quien no lo diga o miente o no está informado”, sostiene, aunque detalla que sólo en el mes de agosto no se han cumplido las expectativas en vuelos con países emisores.

La previsión según los expertos es que España crecerá un 2,5% en 2023 y un 1,9% en 2024. “¿A qué se debe este crecimiento y esta fortaleza? Al turismo”, asevera Molas, que destaca que la recuperación de los mercados europeos y estadounidense ha sido “extraordinaria” y se encuentra “prácticamente a niveles prepandemia”.

A pesar de ello, explica que “la demanda europea ahora tiene un cierto enfriamiento” generada por los conflictos geopolíticos, haciendo referencia a las guerras que asolan Ucrania e Israel. En este sentido, apunta que cuando ha habido conflictos en países árabes, España ha salido reforzado por atraer y “fidelizar” a los turistas que han cambiado sus viajes a un destino español.

Y aunque 2023 esté siendo un buen año y la demanda sea “igual o casi igual” que en 2019, la recuperación económica no acompaña estas cifras. Según Molas, “los costes de la energía hacen que el transporte sea más caro” debido a la inflación. Por este motivo, “los incrementos de facturación no son los mismos proporcionalmente” a los números de vuelos y turistas que llegan a España.

Desde la Mesa del Turismo ven “algunos acontecimientos, incidencias o nubarrones que, de momento, no son preocupantes” de cara a 2024. Eso sí, Molas espera que “el próximo Gobierno tenga más capacidad de diálogo e interlocución” para que el sector pueda dar a conocer medidas que considere necesarias.