Europa está plagado de rincones que desde luego hay que visitar al menos una vez en la vida, pero de todos ellos hay uno que destaca por ser un destino que combina siglos de historia con un ambiente moderno, absolutamente vibrante y tremendamente acogedor. Ámsterdam es conocida mundialmente por sus canales, museos y por ser un ejemplo de tolerancia. Además, los vuelos Málaga Ámsterdam tienen una duración aproximada de tres horas, por lo que es un trayecto muy aclamado tanto por su brevedad como por su comodidad, ya que está situado a tan solo 15 kilómetros de la ciudad. Dicen que Amsterdam es más que una ciudad, es un estado mental, y en este artículo exploramos el por qué.
Arte a raudales, bienvenido a Ámsterdam
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Así fue declarada la famosa red de canales que serpentean la ciudad. Navegar en barco por estos canales es un clásico, ya que te permite apreciar la arquitectura del siglo XVII, los puentes y las casas flotantes. Desde luego el colmo del romanticismo.
Además, habrás visto miles de fotos de gente paseando a pie o en bicicleta por las calles adoquinadas. Y es que Ámsterdam apuesta por ser una ciudad verde comprometida con el medio ambiente, así que no dudes en montarte en una bici y recorrer sus barrios llenos de carácter haciendo parada obligatoria en los museos más destacados.
El Rijksmuseum es uno de los más famosos, ya que alberga otras maestras de pintores tan importantes como Rembrandt o Vermeer. Tampoco puedes perderte el archiconocido Museo Van Gogh, que cuenta con la mayor colección de obras del pintor postimpresionista. Conocerás la evolución del artista, desde sus primeros trabajos más oscuros hasta sus obras más conocidas como Los girasoles o La noche estrellada.
Y, por supuesto, visita obligatoria en la Casa de Ana Frank, que desde luego no te dejará indiferente. Es una experiencia realmente conmovedora, donde Ana Frank escribió su famoso diario mientras se refugiaba durante la Segunda Guerra Mundial. Un momento clave de tu viaje para reflexionar sobre la vida y los derechos humanos.
Una de las ciudades más tolerantes del mundo
Conocida por su mentalidad progresista, Ámsterdam es un ejemplo de convivencia cultural y diversidad. Históricamente ha sido un refugio para aquellas personas que siempre han buscado libertad y a día de hoy lo sigue siendo de alguna manera. El Barrio Rojo, sin ir más lejos, es un ejemplo de esta tolerancia que hablamos, con una historia mucho más extensa y profunda que la vida nocturna. Actualmente es un símbolo de mentalidad abierta en la ciudad, creando un espacio de debate sobre los derechos laborales y libertades individuales.
Hay que mencionar, aunque no sea el principal atractivo para todos los viajeros, los Coffee shops, famosos por su enfoque liberal en cuanto al consumo de cannabis.
En definitiva, ya sea por su gastronomía, por sus áreas verdes y espacios abiertos, por su cultura o por su idiosincrasia, Ámsterdam es una fuente de inspiración para cualquier persona, un destino que no deja indiferente. Un lugar que se siente casa, por lo tanto un lugar al que siempre querrás volver.