Con la salida del verano, el otoño llena de colores los destinos. Así es el caso de Irlanda, la isla esmeralda que se tiñe de colores ocres para celebrar una de las mejores épocas para descubrirla. Y es que la isla se llena de opciones que la convierten en la opción ideal para descubrirla.
Uno de sus principales atractivos son las múltiples celebraciones de Halloween que recorren el destino, ya que es en Irlanda donde originariamente nació esta celebración. Con más de 2.000 años de historia, estas festividades llevan organizándose desde tiempos de los celtas, cuando se preparaban para pasar el invierno, coincidiendo con el final de las cosechas.
Entre los principales encuentros que se pueden disfrutar en Irlanda destaca el Festival Puca, en el condado de Meath, conmemorando el lugar en el que se encendió la primera hoguera de Samhain, como se conocía antes la celebración. En Derry-Londonderry tiene lugar el Derry Halloween, un carnaval aterrador, alegre y fantásticamente divertido que recorre la histórica ciudad amurallada.
Además, también se desarrolla el Festival de Bram Stocker en Dublín, conmemorando el legado del creador de ‘Drácula’. En Belfast, la Cárcel de Crumlin Road se engalana para recibir visitantes dispuestos a conocer uno de los lugares más embrujados de Irlanda del Norte.
En la ciudad de Galway, es posible disfrutar del desfile de Halloween de Macnas, una reconocida compañía de teatro. También se celebran a través de Longford, Waterford y Limerick procesiones de fuego y sombras, en una emocionante fusión entre la mitología celta y la diversión de Halloween.
Mucho más que Halloween
Aparte de los festejos de la víspera de Todos los Santos, a lo largo de esta estación hay una gran cantidad de motivos por los que descubrir Irlanda. Por ejemplo, con la celebración de la temporada de cosecha, los mercados agrícolas de la isla se tiñen de todo tipo de colores. Entre los más destacados, resaltan los mercados de St George’s, en Belfast, y el Mercado Inglés, en Cork.
Además, el otoño se convierte en la época ideal para saborear el café irlandés. Esta bebida la inventó el chef Joe Sheridan en una fría noche de 1942 en el puerto de Foynes, donde repostaban los aviones en la ruta de Europa a América, para los pasajeros de un avión retrasado por el mal tiempo, y desde entonces se ha convertido en todo un clásico.
Pero, además del café irlandés, en la isla cuentan con una gran cantidad de variedades y opciones para disfrutar de los matices de los mejores cafetales del mundo. Algunos de los mejores locales en los que degustar esta bebida son el Malahide’s Garden Café (Dublín), Avoca’s Fern House (Wicklow) o Established Coffe (Belfst).
Naturaleza imponente
Otra de las posibilidades es deleitarse con la imponente naturaleza que ofrece Irlanda. Una opción ideal para los amantes de la serie ‘Juego de Tronos’ es acercarse a ‘Poniente’, descubriendo algunos de los múltiples escenarios exteriores que sirvieron para grabar los ‘Siete reinos’.
El otoño también se convierte en un momento ideal para descubrir las numerosas variedades de aves que surcan los cielos irlandeses. La isla se encuentra bajo algunas de las rutas migratorias más concurridas del mundo, y en otoño muchas de estas aves llegan o se van, como es el caso del ganso canadiense, el cisne cantor islandés o la oropéndola euroasiática.
Así mismo, durante esta estación tienen lugar diversos festivales otoñales de senderismo, donde se puede recorrer el país practicando senderismo. Algunos de ellos son el Festival de senderismo de Wicklow o el Festival de Senderismo de Wee Binnian en las Mourne.
También es un momento ideal para avistar ballenas en las costas de Irlanda. Esta maravilla de la naturaleza la podrán descubrir los que decidan acercarse a la Ruta Costera del Atlántico, donde las ballenas jorobadas o minckey, e incluso alguna orca, hacen su acto de aparición.
Y, para cerrar el día, nada mejor que relajarse en alguno de los numerosos pubs tradicionales que poblan el territorio. Se convierte en el enclave ideal en el que hacer balance de la jornada y preparar la siguiente mientras se disfruta de la gastronomía local y de la música tradicional de Irlanda.