Es la primera vez, en la historia de Iberia que los sindicatos convocan cinco días consecutivos de huelga.
Las organizaciones sindicales representantes del 93% de la plantilla de Iberia, CC OO, UGT, Asetma, USO, Sitcpla y CTA-Vuelo, irán a la huelga 15 días entre febrero y marzo –a partir del lunes, 18 de febrero–, con paros de 24 horas y cinco días consecutivos, tras finalizar sin acuerdo la reunión entre ambas partes en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA).
Los paros de 24 horas, que afectan al personal de tierra y a tripulantes de cabina (TCP), se desarrollarán del lunes 18 al viernes 22 de febrero; del lunes 4 al viernes 8 de marzo y del lunes 18 (festivo en algunas comunidades autónomas) al 22 del próximo mes.
Es la primera vez en la historia de Iberia que los sindicatos convocan cinco días consecutivos de huelga, a los que podrían seguir muchos más. Se trata de una situación, según advirtieron los sindicatos, que podría provocar “situaciones incontrolables en varios aeropuertos españoles, especialmente en el de Madrid-Barajas”.
Al término de la reunión, el secretario federal del sector aéreo de UGT, Francisco Rodríguez, quién anunció el calendario de paros, advirtió de que si no hay un acuerdo después de Semana Santa en torno al ERE que presentará Iberia volverán a convocar más huelgas.
Rodríguez lamentó que “desgraciadamente” el encuentro finalizara sin acuerdo, aunque explicó que “no ha sido sorprendente”, ya que “Iberia no está dirigida desde España sino que lo está desde IAG con mentalidad británica”.
El portavoz matizó que los sindicatos tenían “pocas esperanzas” de llegar a algún acuerdo en este último encuentro, y denunció que la Iberia “vaya a quedar desmantelada por medidas financieras”.
Rodríguez recordó que al encuentro de este miércoles han acudido “las mismas personas” que pactaron con los sindicatos el pasado 17 de diciembre, y que hicieron “creer posible un acuerdo definitivo”, las mismas que fueron desautorizadas el pasado 24 de enero y el 1 de febrero, por parte del consejo de administración de IAG.
Por ello, consideró que el pacto acordado el 17 de diciembre “fue una burla a este país, a la Administración y a todos los trabajadores, ya que vinieron sin autoridad alguna” para negociar.
Según dijo, los sindicatos presentaron este miércoles una nueva propuesta que rebaja los costes salariales en un 40%, que la compañía ha rechazado.
“Aunque hubiese sido del 100% hubiese sido rechazada, porque las decisiones de Iberia vienen dadas por el consejo de IAG con el beneplácito del consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano”, aseguró. Asimismo, denunció que Iberia haya dejado 18 aviones en tierra sin ser sustituidos.
Piden al gobierno que actúe
Rodríguez apeló al Gobierno para que actúe. “El problema de Iberia es un problema de Estado, por lo que la Administración tiene que tomar partido, ya que al fin y al cabo, es propietaria en un porcentaje muy importante con acciones de IAG y, desde luego de Iberia (12% a través de Bankia)”.
“No es tiempo de declaraciones de ministros sino tiempo de actuación, es necesario parar a IAG. Este país no puede admitir que la primera compañía aérea del país, la única que tiene capacidad para desarrollar el ‘hub’ en Barajas y asegurar la conectividad quede desmantelada por medidas financieras”, afirmó.
Así, las cosas esta semana Iberia presentará un ERE, de características “aún por fijar”, con el que se abrirá un periodo de negociación de 30 días, aunque los sindicatos temen que supere la cifra de los 4.500 empleos.
La aerolínea lamenta el desacuerdo
Iberia ha señalado que da “pena” que la última reunión en el SIMA haya finalizado sin acuerdo, y ha asegurado que “se han hecho todos los esfuerzos posibles para acercar posturas”.
No obstante, en declaraciones a los periodistas tras la firma del acta de desacuerdo en el SIMA, el director de Recursos Humanos de Iberia, José Luis Romero, aseguró que la compañía continuará “abierta a negociación”.
Romero explicó que la dirección de la aerolínea propuso reducir un 30% las bajas, hasta las 3.147, con todo prejubilaciones, así como una rebaja en los recortes salariales, sin embargo la parte sindical rechazó la proposición.
“No ha sido posible alcanzar los niveles para ser competitivos y sobrevivir", indicó Romero, que aseveró no obstante que desde la compañía seguirán "abiertos a negociación” ya que, según dijo, la aerolínea tiene “toda la intención de superar esta situación y conseguir la viabilidad”.
Sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que previsiblemente presentará Iberia esta semana, según indicaron fuentes sindicales, Romero apuntó que “se están evaluando todas las posibilidades”.
“Amenaza intolerable”
Por otro lado, Iberia ha calificado los 15 días de huelga anunciados por los sindicatos de tierra y tripulantes de cabina (TCP) de “amenaza intolerable” y “desmedida”, cuyo mero anuncio “solo empeora la difícil situación de la empresa”, indicó en un comunicado.
En este sentido, afirmó que usará “los mecanismos que permitan las leyes para ajustarse a la rentabilidad y a tener un futuro”.
La aerolínea aseguró que una vez se confirme la convocatoria de huelga, “su prioridad será ofrecer soluciones y alternativas a los clientes, como ha hecho en el pasado”.
Mediación en el SIMA
Los sindicatos acudieron este mediodía al servicio de mediación con la aerolínea en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) con la "última esperanza" de alcanzar un acuerdo.
Por parte de Iberia, asistieron José Luis Romero, la directora de Relaciones Laborales, Margarita Sequeiro, y la responsable de la asesoría jurídica, Ramona Fernández Kelly.
La reunión de mediación en el SIMA, la segunda desde que Iberia anunciara su plan de reestructuración, se produce a petición de los sindicatos por "incumplimiento" del acuerdo entre las partes alcanzado el pasado 17 de diciembre, al que posteriormente se sumó el Sepla.
En aquella primera ocasión, el preacuerdo entre Iberia y los seis sindicatos propició entonces la desconvocatoria de seis días de huelga (14, 17, 18, 19, 20 y 21 de diciembre de 2012) por parte de los sindicatos, que amenazaban con más paros a partir del 7 de enero de 2013 si no se lograba un acuerdo.
