La empresa propietaria del aeropuerto de Ciudad Real es CR Aeropuerto S.L, que está actualmente en fase de liquidación.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real, Carmelo Ordóñez, ha dictado Auto, de fecha 27 de enero de 2016, por el que se declara la nulidad de actuaciones en el proceso de subasta pública del aeropuerto de Ciudad Real.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), dicha nulidad se inicia en la Providencia de fecha 10 de abril de 2015, que fijaba las condiciones y objeto de la subasta, y afecta a todas las actuaciones procesales posteriores.
La empresa propietaria del aeropuerto de Ciudad Real, CR Aeropuerto S.L., actualmente en fase de liquidación, ha mostrado este miércoles su “satisfacción” por la decisión del juez y ha considerado que, con esta decisión, se restablece la “seguridad jurídica” en el proceso de venta.
Según ha explicado a Europa Press Jesús Barroso, abogado de CR Aeropuertos, se ha corregido una situación que representaba “un punto sin retorno en el que, por circunstancias complejísimas, se había llegado a la paradoja de que alguien pujara por el aeropuerto 10.000 euros”.
Dignificar la venta
Al recuperar el proceso de venta, según ha explicado, “como dice el propio juez en el auto, se dignificará un poco la venta, para que puedan cobrar el máximo número de acreedores”.
Barroso ha expresado la esperanza de que las ofertas de compra que puedan venir a partir de ahora “vengan acompañadas de un plan de viabilidad, con un plan de explotación del negocio para beneficio de la comarca y de la región, facilitando la venida de otras empresas”.
El abogado, por otro lado, ha considerado que, a partir del auto del juez, habrá más ofertas por el aeropuerto al considerar que se ha restablecido la “seguridad jurídica” del proceso.
Para Barroso, si las ofertas se situaran entre las 50 ó 60 millones de euros serían “adecuadas”, teniendo en cuenta que la empresa que compre tendrá que hacer inversiones de gran calado para calibrar sistemas y “arreglar lo roto”.
En su opinión, habrá que dejarle al inversor, “además de que venga con un plan de explotación en condiciones, que tenga un poco de fuelle para invertir”.
