Bungalows del hotel Parque Cristóbal de Playa del Inglés, Gran Canaria, donde pasaron sus vacaciones los demandantes.
El turoperador británico Thomas Cook ha celebrado su primer gran éxito frente a una falsa demanda presentada por sufrir una intoxicación alimentaria durante unas vacaciones en Gran Canaria. El mismo juez que ha llevado el caso ha calificado la denuncia de los turistas de “fundamentalmente deshonesta”.
Un portavoz de Thomas Cook ha destacado este triunfo como un “caso significativo que envía un mensaje claro a los demandantes” y ha advertido de que “no pagaremos reclamaciones que creemos que son deshonestas y tomaremos medidas adicionales cuando sea necesario”, según ha declarado a la publicación británica ‘TravelWeekly’.
El caso tiene una gran relevancia porque, normalmente, los turoperadores están obligados a pagar los costos del demandante si estos logran una sentencia favorable.
Los denunciantes en el juicio, celebrado el pasado lunes, fueron condenados a pagar los costos de Thomas Cook porque el juez dictaminó que habían sido deshonestos.
Estancia de 14 días con Todo Incluido
Los demandantes son una pareja con dos hijos de tres y 14 meses que reservaron unas vacaciones de 14 días con Todo Incluido en el hotel Parque Cristóbal de Playa del Inglés, en Gran Canaria, entre el 29 de julio al 12 de agosto de 2013.
Sin embargo, no fue hasta tres años después, en mayo de 2016, cuando la oficina de abogados Bridger & Co de Landovery envió una carta en la que afirmaba que toda la familia había sufrido gastroenteritis el tercer día de sus vacaciones como resultado del consumo de alimentos en mal estado en el hotel.
El 21 de julio de 2016, se emitió una demanda en la Corte del Condado de Liverpool, en nombre de todos los miembros de la familia que reclamaban daños de hasta 10.000 libras (11.245 euros).
Los demandantes argumentaron que los síntomas de la gastroenteritis habían continuado desde el tercer día, durante las vacaciones y hasta después del regreso de la familia al Reino Unido.
Por su parte, Thomas Cook alegó que el padre había rellenado y entregado un cuestionario en el que no decía nada de que hubiera sufrido ninguna enfermedad durante sus vacaciones e, incluso, respondió a la mayoría de las preguntas sobre el servicio con un “bueno” o “excelente”.
Sanción de 4.200 euros
Finalmente, el juez ha sentenciado que las alegaciones de los demandantes eran “totalmente inverosímiles” y que no habían sufrido ninguna enfermedad en absoluto.
Por ello, el tribunal ha desestimado su reclamación y han sancionado a la pareja a pagar los costos del juicio de 3.744 libras (4.209 euros) en un plazo de 28 días.
Tras la sentencia, el director gerente de Thomas Cook en Reino Unido, Chris Mottershead, se ha mostrado contento de que el juez haya fallado a favor del turoperador. “No es cómodo para nosotros estar en un tribunal cuestionando la credibilidad de nuestros clientes, pero el aumento significativo de las reclamaciones por enfermedades no declaradas que recibe la industria de los viajes amenaza las vacaciones de todos los clientes del Reino Unido”.
Añade que “este caso sigue una pauta muy común en este tipo de reclamaciones, con una enfermedad previamente no declarada que se manifestó años después de las fechas de vacaciones sin ninguna ningún diagnóstico médico ni ninguna otra evidencia que respalde que se haya sufrido una enfermedad“.
