La Gran Muralla China reabre sus puertas dos meses después del cierre decretado por el Gobierno para hacer frente al coronavirus. Los turistas podrán volver a visitar el monumento más simbólico del gigante asiático, lo cual supone un gran paso hacia la reinstauración de la normalidad en la población que sufrió la primera oleada del coronavirus.
Las visitas estarán limitadas a la sección Badaling, la más popular, en un horario de 9:00 a 16:00 horas y solo podrá acceder un tercio del número habitual de turistas, es decir, unos 20.000 al día, según informa CNN Travel.
Las entradas podrán adquirirse exclusivamente de manera anticipada. A la llegada a la Gran Muralla, los visitantes tendrán que pasar por un control de temperatura para evitar contagios y, además, deberán llevar mascarillas y mantener una distancia de seguridad de un metro.
La Gran Muralla China clausuró sus puertas el pasado 23 de enero. El monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, recibe cada año más de nueve millones de visitantes.
Wuhan, la luz al final del túnel
La apertura de parte de la Gran Muralla coincide con otra noticia esperanzadora: el fin del confinamiento en la región de Hubei, el epicentro del coronavirus. Sus habitantes ya pueden viajar fuera de la ciudad con total libertad, si acreditan que están sanos.
Wuhan, la ciudad donde comenzó a expandirse el coronavirus, ya ve la luz al final del túnel, habida cuenta de que las autoridades chinas han decretado que el fin del confinamiento se producirá el 8 de abril.
Si se confirma esta fecha, los habitantes de Wuhan, que ya tienen permitido salir de sus casas para pasear de forma limitada o ir a trabajar, por ejemplo, habrán pasado un total de 76 días bajo severas medidas de confinamiento.