La estación de Atocha ha cambiado este viernes de denominación y ha fijado a la “puerta de entrada” de Madrid el nombre de la escritora e hija predilecta de la capital Almudena Grandes, la “mejor embajadora” de la ciudad.
Así la ha denominado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en el acto de presentación de la nueva estación Madrid-Puerta de Atocha-Almudena Grandes, denominación que ya se recogía por el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 11 de noviembre de 2022 y que hoy se incluye con una placa en su Jardín Tropical.
Sánchez ha destacado la figura de la autora de ‘El corazón helado’ como una de las “mejores retratistas” de Madrid y considera que añadir su nombre a la antigua Estación del Mediodía supone “que se está construyendo un país más sabio en el que caben todos”.
“Una ciudad que, como decía Almudena, es hermosa pero no lo sabe. Una ciudad que camina deprisa, que habla deprisa, que todo lo hace deprisa pero que hoy se detiene para abrirle sus brazos”, ha destacado en su intervención la ministra.
Asimismo, Sánchez ha agradecido a Grandes que a través de sus novelas permitiera a España mirar “sin miedo” a su pasado, dando la oportunidad “mirando al frente de tener un futuro digno”. Es por ello que ha asegurado que no se trata de un homenaje solo de Madrid, sino del conjunto de España.
“Solo blindando la memoria de cuanto ocurrió podremos recuperar la autoestima colectiva y mejorar como sociedad. Esta es una de sus grandes lecciones”, ha añadido la ministra de Transportes.
El “amor” de Grandes por Madrid
Durante la presentación de la nueva denominación, se ha loado el “amor” que profesaba la escritora por la ciudad. Un sentimiento que “contagia”, aún, a sus lectores y les conecta con “ese hada madrina populachera y generosa”, como la autora definió a la capital de España.
“Gracias por tus novelas; gracias por tu compromiso; gracias por cambiar a mejor nuestra manera de ser y de pensar. Gracias por tanto, Almudena”, ha concluido.
Fue en 2018, durante la lectura del pregón de las fiestas de San Isidro, donde Grandes, casada con el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, dejó patente su amor y defensa de la ciudad de Madrid con la lectura de un claro homenaje a la ciudad que la vio nacer, crecer y convertirse en escritora.