El 14,5% de los indemnizados ahorró el dinero y el 12,5% decidió cubrir los gastos del día a día.
De los clientes que han recibido indemnizaciones por retrasos o cancelaciones de vuelos, el 30% invierten este dinero en otros viajes, según los datos de una encuesta de AirHelp.
La compañía ha realizado este estudio para comprender mejor cómo los pasajeros utilizan la compensación que reciben por retrasos y cancelaciones de vuelos.
Este estudio, realizado a clientes de Brasil y Europa que recibieron su compensación a través del servicio de AirHelp, desveló así que los pasajeros son propensos a gastar la compensación recibida por una interrupción en su vuelo en planificar otros viajes.
Otra de las respuestas más populares, sobre todo en los casos en los que los viajes no son de ocio, fue ahorrar el dinero (14,5%) o cubrir los gastos del día a día (12,5%).
En cuanto a si la indemnización recibida es suficiente, es necesario hacer una diferenciación por territorios, ya que no están regidos bajo la misma normativa.
En el caso de la normativa vigente en Brasil, a partir de dos horas de retraso o de cancelaciones con menos de 72 horas de antelación, el pasajero aéreo tiene derecho a reclamar una indemnización que puede alcanzar 10.000 reales brasileños (1.850 euros).
Sin embargo, en cuanto a la normativa Europea (UE y Reino Unido), por retrasos superiores a las tres horas o cancelaciones sin aviso 14 días antes del vuelo, la compensación solo asciende a 600 euros, cifra que se mantiene desde hace 20 años, cuando entró en vigor la ley.
La idea de recibir una compensación económica es cubrir los costes adicionales ocasionados por la interrupción. Al evaluar la cobertura, el 63% de los encuestados indicaron que la compensación sirvió para cubrir sus costes.
Sin embargo, debido a la diferencia entre ambas regulaciones, fue mayor el porcentaje de pasajeros brasileños (75,8%) que afirmó que su compensación cubrió completamente sus gastos en comparación con los pasajeros de la UE y el Reino Unido (55,5%).
Desde AirHelp consideran que esta normativa europea debería ser actualizada atendiendo a la inflación de los últimos 20 años. Así, estiman que esta compensación debería ascender hasta los 900 euros.
