El director general de Crucemar, Mariano González, ha recalcado en la revista AGENTTRAVEL que toda ciudad que recibe pasajeros de cruceros “se ve beneficiada económicamente”, por ello afirma que antes de “limitar” la entrada de los buques, se busque otras soluciones alternativas”.
¿Qué balance hace de la temporada 2018-2019?
Nuestro balance está siendo positivo, con crecimientos que superan el 7 % en cruceros marítimos y fluviales. Aunque es cierto que el mercado se ha comportado de manera irregular, es decir, los primeros meses de 2019 fueros muy positivos hasta el mes de abril, que comenzó a demostrar debilidad, mayo y junio ventas nuevamente en alza y julio un mes decreciente en ventas.
¿Qué previsiones y novedades tienen para la próxima temporada 2019-2020? “Esperamos que haya un crecimiento de pasajeros de al menos un 5% y en producción un 7%”
Las previsiones son continuar nuestro crecimiento en ventas. Estamos realizando inversiones en tecnología, renovando alguna de nuestras web. En septiembre hemos inaugurado nuestra nueva web de cruceros fluviales y hemos aumentado nuestra apuesta por los cruceros de semi-lujo y lujo, especialmente dirigidos a clientes de mayor poder adquisitivo.
Todavía no podemos determinar la cifra exacta ya que cerramos nuestro balance el 31 de diciembre, por ese motivo soy cauto en ofrecer cifras, también pendientes de recibir datos más exactos de nuestro departamento de administración. Pero esperamos que haya un crecimiento de pasajeros de al menos un 5% y en producción un 7%.
¿Cómo ve que ciudades como Barcelona, Mallorca o Venecia quieran limitar la entrada de cruceros?
Toda ciudad que recibe pasajeros de cruceros se ve beneficiada económicamente. Por lo general la tipología de clientes que desembarcan de un crucero realizan compras y consumen, esto favorece la riqueza y la creación de puestos de trabajo, no solo directamente, también indirectamente. Además, en muchos casos existe el efecto de repetición de destino, es decir, pasajeros que no han podido visitar ese lugar como les hubiera gustado, por tener el tiempo limitado, y vuelven.
Antes de limitar la entrada de cruceros, habría que buscar otras soluciones, como son embarque en puertos alternativos próximos y otras medidas que habría que analizar. Posiblemente, por su deterioro de las ciudades mencionadas la que más está sufriendo esta situación sea Venecia. Habría que estudiar cada caso concreto, pero en ningún caso soy partidario de limitar y menos prohibir la entrada como ya he visto en alguna noticia.