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Sostenibilidad social y ambiental, nueva regla para los viajes de incentivos

Estimular a los trabajadores es una tarea ardua y visitar otros destinos es una solución, pero viajar se ha normalizado con lo que sorprender resulta un reto mayor

Publicada 28/11/2019

8:45 horas

 - Actualizada 29/11/2019

13:44 horas

Miguel Roa

Los viajes de incentivos potencian la sensación de pertenencia a un grupo de los empleados.

Los viajes de incentivos potencian la sensación de pertenencia a un grupo de los empleados.

Rentabilidad. Ese es el objetivo que cualquier empresa busca superar cada día. Y para ello depende del factor trabajo, es decir, sus empleados. Personas a las que las empresas deben incentivar de algún modo para que resulten más productivas. Frecuentemente se piensa en recompensas económicas para motivar al trabajador. No obstante, en los últimos años otro tipo de alicientes están resultando de mayor atractivo para el empleado. Aquí aparecen los viajes de incentivos.

Estos viajes buscan el disfrute y la recompensa del trabajador por su rendimiento y labor realizada. Pero aportan también ventajas para la empresa como favorecer la imagen ante la sociedad, potenciar la vinculación de los trabajadores con la compañía o crear un mejor ambiente laboral, lo que se traduce en resultados. Desde el Grupo Bestours señalan en la revista AGENTTRAVEL que “el viaje de incentivo es una recompensa por parte de la empresa a sus trabajadores que genera sentido de pertenencia a un grupo”.

Para el Country Manager de BCD m&e Spain, Javier Longarte, un viaje de incentivos tiene dos grandes metas. La primera es “generar retorno para la empresa”, es decir, un mayor compromiso e implicación a la hora de alcanzar los objetivos de la compañía. La segunda es generar en el empleado, a través de la vivencia, “una identificación profunda con los valores de la empresa”. El cliente busca fomentar el compañerismo y el ‘engagement’ de los empleados y, en este sentido, “están en auge actividades de ‘team building’ o ‘team working’”, asegura.

Autenticidad

En el inicio de estos viajes, los lugares escogidos eran las principales ciudades del mundo o los habituales destinos de sol y playa. Con el paso del tiempo, las características de estos viajes están cambiando. “El ansia de vivir experiencias transformadoras genuinas ha hecho que los incentivos vayan más allá de los destinos favoritos clásicos y se decanten por lugares menos transitados como Colombia, Laos, Camboya, Laponia, Bután, Namibia, Costa Rica y Montenegro”, según la directora comercial de CWT Meetings & Events España, Malin Nilsson.

Para Francisco Lara Ruibal “la seguridad tiene cada vez más peso y hay destinos que se quedan en la nevera por ello”

El porqué del auge de estos destinos para los viajes de incentivos tiene su razón en que los participantes buscan experiencias auténticas, un contacto más directo con las comunidades locales. Por eso, cada vez se demanda más “vivir el destino desde dentro, como un autóctono más y así ganar recuerdos que perduran en la memoria durante años”, tal y como explica la directora de Incentivos de Grupo Nuba, Verónica Tabares.

Responsabilidad social

El perfil de las personas ha cambiado en los últimos años y con ello sus preocupaciones. Así, se observa la concienciación que existe con el respeto al medio ambiente, la sostenibilidad y la ayuda a los necesitados.

Por todo ello, en cuanto a las actividades que se llevan a cabo en los viajes de incentivos, es notable el auge de acciones vinculadas con la responsabilidad social corporativa tales como “colaborar con hospitales, escuelas o colectivos locales”, según Malin Nilsson que indica que “son fórmulas que permiten a las empresas y a sus invitados dejar un legado”.

“Cada día más empresas incluyen en sus programas actividades solidarias que produzcan un impacto positivo en la comunidad local del destino, donde se desarrolla el incentivo y que impacte emocionalmente también a los asistentes”, explica Verónica Tabares.

Desde el Grupo Bestours indican que “en España, poco a poco, las empresas desarrollan este tipo de actividades, y las agencias especializadas siempre debemos proponer la inclusión de una actividad social en los viajes de incentivos”.

incentivo

Una nueva tendencia en los viajes de incentivos es dejar al participante algo de tiempo libre.

Dar cabida al tiempo libre

Los viajes de incentivos están compuestos de diferentes actividades que realizan los empleados en conjunto, no solo como forma de recompensa o motivación, sino también para potenciar la sensación de pertenencia a un grupo. Sin embargo, las agencias de viajes especializadas afirman que cada vez es más habitual dejar tiempo libre a las personas durante el itinerario.

“Hay una tendencia a dejar momentos de libertad, de poder disfrutar por tu cuenta unas horas, aunque siempre en su justa medida y sabiendo elegir muy bien esos momentos para no dar la sensación de que el programa está vacío”, explica el director de Incentivos y Eventos de Presstour, Francisco Lara Ruibal.

Nuevas tendencias

Las características de los viajes de incentivos dependen de varios factores que se van modificando a lo largo del tiempo y al ritmo en el que evoluciona la sociedad. De este modo, como ya hemos visto, los viajes más exitosos se realizan actualmente a lugares poco transitados, que permiten tener un contacto directo con la comunidad local, donde poder realizar actividades autosostenibles que ayuden al desarrollo socioeconómico de la zona.

“Las agencias especializadas siempre debemos proponer la inclusión de una actividad social en todos los viajes de incentivos”, según Grupo Bestours

A todo esto se le suman dos nuevos factores: la seguridad y la tecnología. En el panorama sociodemográfico y socioeconómico mundial, “la seguridad cada vez tiene más peso y hay destinos que se quedan en la nevera por ese motivo”, apunta Francisco Lara Ruibal.

Por otro lado, la inclusión de la tecnología repercute en cada fase y en la comunicación pre y post evento. Además, en “las apps, los invitados tienen toda la información literalmente en la palma de la mano, es casi algo básico y fundamental”, explica Verónica Tabares que pronostica que “pronto veremos el desarrollo y tremendo impacto de la realidad virtual”. Sin ir más lejos ya existen visitas a las ruinas de Pompeya que se realizan con gafas de realidad virtual”, añade.

En este aspecto, la Inteligencia Artificial “está cambiando la manera de relacionarnos en el sector turístico y, por supuesto, se extiende a los viajes de incentivos”, afirma Javier Longarte.

En definitiva, crear una experiencia única no es tarea fácil, pero la inversión realizada en esta será recompensada con la mayor implicación y proactividad de los empleados porque un viaje está limitado en el tiempo, pero un recuerdo no.

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