Guillermo González Vallina destaca la apuesta por la flexibilidad de Iberia.
El director de Ventas España, Portugal y Norte de África de Iberia, Guillermo González Vallina, destaca a AGENTTRAVEL que la compañía ya ha recuperado “casi todos los destinos” a los que volaba antes de la pandemia y se muestra optimista de cara a los próximos meses.
¿Cuáles son sus novedades de cara a la temporada de invierno? ¿Se ha recuperado toda la oferta previa a la pandemia?
Seguimos apostando por operar lo más posible, pues creemos que esto también ayuda en la recuperación económica, ofreciendo un programa de vuelos estable, que ofrezca a los clientes confianza a la hora de planear sus viajes de negocios y personales. Y, al mismo tiempo, intentamos combinarlo con toda la flexibilidad posible para adaptarnos a la situación tan cambiante a la que nos enfrentamos cada día.
Ya hemos recuperado los vuelos a, prácticamente, todos los destinos a los que volábamos antes de la pandemia, pero todavía no con la misma frecuencia.
En el mercado de corto y medio radio, seguimos apostando por mantener la conectividad con las principales ciudades españolas y europeas. Ofrecemos varios vuelos diarios a cada una de ellas para ofrecer más opciones para ir y volver en el día, muy importante para el cliente corporativo. En España, de igual modo, crecemos en destinos de negocios como Barcelona, Bilbao, A Coruña… Y en el resto de Europa, en Londres, París, Milán o Lisboa, entre otros, donde contaremos con tres vuelos diarios casi todos los días.
En América Latina destacan México y República Dominicana, adonde ofreceremos 14 y 10 frecuencias semanales respectivamente este invierno. Bogotá, Lima, Sao Paulo, Santiago de Chile y San José de Costa Rica cuentan ya también con un vuelo diario.
¿Qué previsiones tienen en cuanto a pasajeros?
Somos optimistas. Creemos que la evolución de la vacunación a nivel global hace que el cliente, que tiene ganas de viajar, lo haga de una manera natural y tranquila. Hay mucho interés de volver a la normalidad, de retomar la actividad empresarial y, por tanto, los viajes corporativos; y también los viajes de ocio, como hemos visto este verano. Esto se nota a medida que mejoran los datos de contagios y se relajan las restricciones de los distintos países.
Vemos un ligero incremento de la demanda corporativa (visitar clientes, presentar producto, reuniones internas…). Ojalá sea el principio del fin. Pero si algo nos está enseñando esta pandemia, es que hay que ser cautos, ir poco a poco y no mirar más allá del horizonte.
