Destinos

La enogastronomía gana peso en la oferta de los destinos por su valor añadido

Cada vez más visitantes buscan disfrutar de estos productos que cuentan una gran cantidad de alicientes para los destinos

04/10/2023

8:59 horas

Manuel Campillo

El número de visitantes que llegan a España buscando experiencias enogastronómicas no deja de crecer.

El número de visitantes que llegan a España buscando experiencias enogastronómicas no deja de crecer.

La enogastronomía se ha convertido en uno de los segmentos turísticos que están adquiriendo cada vez más relevancia en nuestro país, siendo un atractivo más para el visitante y un elemento desestacionalizador relevante, por lo que los destinos cada vez cuidan más este tipo de oferta por su relevancia para generar un sector de calidad.

Así lo reconoce Turespaña, que, en su balance de la situación general del país, afirma que “el turismo cultural y el gastronómico son motivaciones de viaje con tendencia creciente en nuestro país”. De hecho, el segmento cultural –dentro del cual podemos enmarcar el enogastronómico– es el tercero en relevancia en España por su importancia, solo por detrás “del turismo del sol y playa y del de ocio sin clasificar”, reconoce el instituto a AGENTTRAVEL.

Según los datos de Egatur (INE), como confirma Turespaña, la “alta gastronomía, visitas a bodegas, viñas y catas, etc…”, en 2022, adquirió relevancia. El 41% de nuestros visitantes internacionales llegaron a España para disfrutar del turismo cultural, mientras que el 21% lo hizo, fundamentalmente, por el “sol y playa”. No obstante, solo un 1% mencionó expresamente la gastronomía como principal motivo del viaje.

De esta forma, los destinos siguen mejorando e impulsando sus propuestas, como es el ejemplo de la ciudad de Madrid. “Hemos visto a la gastronomía situarse desde hace tiempo entre los principales alicientes de visita a nuestra ciudad. Una motivación en sí misma o como complemento de otras de las experiencias únicas que brinda la capital y su gran patrimonio histórico y monumental o su inmensa agenda cultural y de ocio”, exponen desde el Área Delegada de Turismo del Ayuntamiento.

De hecho, en la capital, la imagen que perciben los visitantes extranjeros de la gastronomía es muy positiva. “Es valorada con un 8,9 sobre 10”, reconocen en base a sus encuestas de satisfacción, un informe donde también se pone de relieve la relevancia que tiene a la hora de aumentar el gasto de estos visitantes, ya que es “el segundo concepto en el que más presupuesto destinan”, con 207 euros, “solo por detrás del alojamiento”.

Para la ciudad, este segmento “es un sector clave” y “uno de nuestros ejes de promoción prioritarios”, como recogen en el Plan Estratégico de Turismo 2020-2023. “Madrid está viviendo su mejor momento en este sentido”, afirman, y uno de sus próximos objetivos “en materia de turismo gastronómico es elaborar un plan específico de gastronomía que posicione a Madrid como destino turístico de referencia”.

La relevancia que está adquiriendo el segmento también está sintiéndose en el resto de España, como en la provincia de Castellón, donde “va tomando cada día mayor importancia”, afirman desde el Patronato Provincial de Turismo. Así, ven que este tipo de turista, aunque no es elevado en porcentaje, es “importante para la economía de los municipios que lo poseen”. De hecho, para ellos es “un segmento estratégico pero apoyado en la oferta gastronómica de la provincia a través de la marca de calidad y diferenciadora ‘Castelló Ruta de Sabor’”.

El turismo enogastronómico es una de las prioridades de la ciudad de Valencia.

Algo más al norte, en Cataluña, la enogastronomía “siempre ha sido, es y será uno de los elementos más identificativos de la cultura catalana”, así como “una de las manifestaciones culturales que más interés genera” en sus turistas, asume la directora general de Turismo, Marta Domènech y Tomàs.

De hecho, afirma que “uno de cada cinco turistas” que llegan a Cataluña “realizan actividades relacionadas con la enogastronomía”. Por ello se ha convertido en uno de los elementos estratégicos que potencian durante la presente legislatura.

La enogastronomía en Andalucía es también una de las señas de identidad que más cuidan, basando sus elaboraciones en materias primas de la región, con unas marcadas huellas históricas. Tanto es así que la región cuenta con sabores propios, de los que los restaurantes se benefician y abanderan. Especialmente destacados son el jamón, los vinos, los quesos y aceites, entre otros.

Todos estos sabores vienen de la mano de sus diversas denominaciones de origen que las protegen. En total, la comunidad disfruta de 12 D.O. de aceites, otras siete sobre vino y vinagres, dos para jamones y una para frutas y hortalizas, junto a una destinada a las pasas, a las aceitunas y a la miel.

En el apartado enológico, los vinos de Andalucía cuentan con una tradición milenaria, que provocan que, gracias a su topografía, geología y clima, se produzcan unos caldos de gran calidad, a la par de variados y característicos. Por a todo ello, a lo largo del territorio se ha creado una oferta turística en la que se pone en valor estos productos e instalaciones, tales como rutas del vino, visitas a bodegas, fiestas turísticas o museos del vino, entre otros.

Igualmente, la región cuenta con un total de 18 restaurantes galardonados con estrellas Michelín, donde destaca el chef Ángel León y su restaurante ‘Aponiente’, que atesora tres de los mencionados reconocimientos.

Crecimiento del producto

Mientras, en la Comunidad de Madrid confirman que el turismo enogastronómico “es, sin duda, el producto que mayor crecimiento ha experimentado a escala global y el que mayor potencial de crecimiento probablemente tenga”. Es por ello por lo que la región lo contempla como “uno de los pilares” de la propuesta de valor como destino turístico, y así lo trasladan “al mercado en la política promocional”.

Dentro del marco mediterráneo, la ciudad de Valencia confirma que, junto al MICE y al resto de turismo cultural, “el enogastronómico conforma el pódium de productos turísticos prioritarios de la Fundación Visit València”, declaran desde la institución.

Así, actualmente afirman que están “construyendo el programa de naturaleza”, aprovechando que en 2024 serán Capital Verde Europea, “y en el mismo estará la oferta ­ecoturística de la provincia”, realzan.

Bañada por el Cantábrico, la ciudad de Gijón resalta que el turismo enogastronómico es uno de los principales polos de atracción con los que cuentan. Así, “un 64,2% de los turistas de Gijón buscan consumir productos de gastronomía local, entre los que tiene gran protagonismo la sidra”, que producen en el mismo concejo.

Es por ello por lo que también es un elemento estratégico de su promoción. “Es una de las imágenes más características de nuestra ciudad y uno de los principales reclamos. Además, creemos que va a ser un impulso si al final se consigue que el año que viene la Unesco declare a la Cultura Sidrera Asturiana Patrimonio Inmaterial de la ­Humanidad”, apuntan.

Gran Canaria también cuenta con una gran oferta enogastronómica que poner sobre la bandeja de sus turistas. De hecho, “representa uno de los productos donde más se está trabajando en la actualidad”, afirma Carlos Álamo, consejero de Turismo de Gran Canaria, que señala que cada vez están viéndose más fortalecidos “en base a una propuesta de enorme calidad por parte de los productores y que gana adeptos entre la clientela”. De hecho, para ellos también adquiere el carácter de estratégico y les está dando “fantásticos resultados”.

Grandes beneficios

Uno de los principales motivos por los que los destinos están intentando impulsar al máximo el segmento son los relevantes beneficios que ofrece este tipo de turistas. Según los datos de Turespaña, el segmento ha crecido desde 2016 un 47,2% en cuanto al número de turistas que llegan motivados por la enogastronomía, suponiendo un total de 219.000 el pasado curso.

A nivel de gasto, las actividades relacionadas con el sector supusieron unos ingresos de 22.704 millones, un 26% del total realizado por los turistas internacionales, siendo, “con mucha diferencia, la que más ha crecido en gasto total generado desde 2016”.

El segmento enogastronómico se ha convertido en un sector estratégico para Castellón.

En Madrid, por ejemplo, ven que está sirviendo la apuesta por la alta gastronomía como una llave para que lleguen visitantes de alto impacto, algo que viene también de la mano de la “profunda transformación del sector hotelero en el que se están incorporando grandes cadenas internacionales” a la oferta de la ciudad. No obstante, recuerdan desde el Área Delegada de Turismo que “Madrid es un destino en el que se puede disfrutar de una excelente gastronomía y, además, apta para todo tipo de bolsillos”.

En la Comunidad de Madrid detallan que hay “muchos” beneficios, “desde ofrecer a los turistas una propuesta ­única y diferenciadora” a posicionarse “en el mercado turístico y poner en ­valor la oferta de hostelería más tradicional, o a traer proyectos gastronómicos, más innovadores”, realzan desde la región autonómica.

La ciudad de Valencia se encuentra “elaborando un nuevo estudio del perfil de la demanda”, pero, a pesar de ello, son conscientes de que “la ciudad ha mejorado mucho su oferta con varios restaurantes con estrellas Michelín”, por lo que los visitantes se encuentran con una “mejora” de las propuestas gracias a la demanda turística “de este tipo de establecimientos”.

Entre los beneficios que ven directamente en Gran Canaria, Álamo señala como fundamental que “el gasto medio ha subido de manera notable”, y consideran que, “aunque es difícil de distinguir estadísticamente, el peso del enoturismo y el creciente interés por la gastronomía grancanaria” cuenta con parte de la responsabilidad. De hecho, “la facturación ha crecido un 40% respecto a 2019”, con el gasto medio por turista situándose en los 1.535 euros, “el mayor de toda Canarias”.

En Gijón, por su parte, ven que este tipo de turismo “puede traer muchas posibilidades a empresas, sectores y áreas que antes solo se dedicaban a su actividad”, y que ahora “pueden crear productos turísticos” relacionados con la enogastronomía de la localidad.

Otro de los beneficios que ofrece este tipo de visitante es su carácter desestacionalizador, como reconocen en Cataluña. “El turista enogastronómico viaja durante todo el año. Además, se mueve por todo el territorio catalán porque su interés es conocer nuestros vinos y nuestra gastronomía”.

Además, Domènech y Tomàs remarca también que “este visitante gasta 3,5 veces más que un turista” que les visita por otra motivación, al tiempo que genera una demanda que “se diversifica muchísimo y consume mucha oferta complementaria”.

En Castellón, fundamentalmente, tienen presente “la diversificación y desestacionalización de la oferta” como los dos principales beneficios del segmento enoturístico.

Potenciar la oferta

Con todo sobre la mesa, los destinos buscan potenciar los resultados que obtienen mejorando e incentivando tanto la oferta como la llegada de visitantes interesados en la enogastronomía.

Ejemplo de ello es Turespaña, que ha desplegado el Plan Turístico Nacional de Enogastronomía, con 68,6 millones de euros de dotación, donde se incluyen 2,1 millones de euros destinados a las acciones internacionales en 2023, con más de 300 actividades programadas donde será la protagonista, pero estando presente en otras más de 490 actividades. Igualmente, el Plan Estratégico de Marketing de Turespaña 2021-2024 cuenta también con la enogastronomía dentro de su plan de promoción.

En Galicia, por su parte, han puesto en valor el Plan Territorial de Enogastronomía de Galicia, dotado de 31,7 millones de euros de fondos europeos, y que se desarrollará hasta 2025, gracias al cual se busca crear acciones de innovación en la cocina, la puesta en valor de los territorios vitivinícolas o la mejora de la comercialización y de la promoción de nuevos productos turísticos vinculados a la enogastronomía. El desarrollo del plan se consiguió gracia a la consideración de la Xunta de este como “uno de los recursos turísticos clave del modelo gallego”.

Actualmente, el territorio ha potenciado enormemente su gastronomía, consiguiendo acumular este año un total de 17 restaurantes galardonados con estrella Michelín, entre los que destacan los establecimientos ‘Culler de Pau’ y ‘Pepe Vieira’, con dos estrellas y una sostenible cada uno.

A todo ello, además, se suma la apuesta que realiza Galicia por la promoción de sus vinos y el territorio que les atañe. Galicia dispone de cinco denominaciones de origen de vinos, como Rías Baixas, O Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei, las cuales permiten descubrir diferentes rutas enogastronómicas por el territorio, como las de ‘Cambados, cuna del albariño’, ‘Las raíces del albariño’, ‘Priorato de O Ribeiro’ o ‘Por las tierras de la D.O. Valdeorras’, entre otras.

Dentro de los resultados que se están obteniendo, por ejemplo, están siendo palpables en Madrid, donde desde su ámbito de actuación y a través de los planes y acciones de promoción, dan “visibilidad también a esa oferta gastronómica de más alto nivel de la ciudad”, explican desde el Área Delegada de Turismo del Consistorio madrileño.

Andalucía trabaja para potenciar su oferta enogastronómica entre los visitantes.

En el ayuntamiento valenciano apuntan a que, para potenciar la oferta, “además del lanzamiento de la nueva marca, en 2022 tuvimos la Gala de estrellas Michelin de España y Portugal y este 2023 hemos tenido la gala de los 50 Bests, que trajo a la ciudad en junio a los mejores chefs y periodistas gastronómicos de todo el mundo”, con lo que la oferta disponible sigue ­sumando promoción para su proyección en el extranjero.

Además, la Fundación Visit Valencia reconoce que se está realizando una importante apuesta por la alta gastronomía, por un lado, pero también “poniendo en valor nuestro plato más icónico, la paella, con la celebración del World Paella Day, y que se ha convertido es una de las acciones promocionales estrella” que desarrollan.

Mientras, la Comunidad de Madrid está “desarrollando un programa muy amplio de actuaciones para potenciar” el turismo enogastronómico en la región. Por un lado, está siempre presente “en cualquier campaña publicitaria o de promoción”, pero también trabajan “de forma permanente en el diseño y desarrollo de nuevos productos y experiencias” relacionadas con el segmento. “Muy pronto pondremos en marcha algunos proyectos para apoyar la sostenibilidad madrileña y a la restauración tradicional”, adelantan.

Ya en Gijón aseguran que “el Ayuntamiento organiza o colabora en eventos relacionados con la sidra” para poner en valor el producto, como “la fiesta de la Sidra Natural, Ruta de la Sidra Xixón, la Primer sidre l’añu, el Salón Internacional de Sidres de Gala, Asturies Cider Summit, Gijón de sidra o Los jueves de sidra”. Además, acaban de adherirse al club de producto Sidraturismo Asturias para comprometerse “en el desarrollo de este campo del turismo”, afirman.

En Castellón, las labores de promoción se dirigen desde ‘Castellón Ruta de Sabor’, donde, entre otras actividades, se promociona la ‘Ruta del vino de Castellón’, que hace posible “recorrer la provincia de norte a sur. Un viaje que permite adentrarse en un legado patrimonial histórico y paisajístico único, donde se elaboran los excelentes vinos amparados por la IGP ‘Vinos de Castelló’”, explican desde el patronato.

Cataluña, por su parte, está trabajando para posicionar la región “como un referente a nivel europeo en turismo enogastronómico”, explican desde la Dirección General de Turismo. Para ello, están llevando a cabo la Estrategia de Turismo Enogastronómico de Cataluña 2022-2027, con 32 proyectos y siete millones de presupuesto de los Fondos Next Generation.

“Queremos apostar por un turismo enogastronómico que aporte valor a la comunidad, contribuya a la recuperación del entorno, fomente el consumo de producto local, mejore los circuitos cortos de comercialización y contribuya a frenar el cambio climático”, afirma Marta Domènech y Tomàs. Para ­lograrlo, además, la región contará con un impulso especial al haber sido nombrada Región Mundial de la Gastronomía para 2025.

Finalmente, la labor de promoción de Gran Canaria busca “fortalecer el turismo enogastronómico y potenciar el sector vitivinícola de la isla”, confirma Carlos Álamo. Por un lado, el Plan Vitícola de Gran Canaria 2023-2024 busca “fomentar el crecimiento en producción y calidad” de la vid en la zona, mientras que, posteriormente, se realiza el fomento al turismo en la región mediante la puesta en valor de la Ruta del Vino de Gran Canaria.

Apuesta público-privada

Para alcanzar el éxito dentro de la oferta enogastronómica, la colaboración público-privada es algo fundamental para que los empresarios puedan, por un lado, desarrollar sus productos mientras, por su parte, las administraciones públicas muestren sus bonanzas y atraigan a los visitantes hasta sus territorios.

Es el caso de Castellón, donde, por ejemplo, el sector privado está dentro de la iniciativa ‘Castelló Ruta de Sabor’, que es impulsada por la Diputación de Castellón, y que muestra su oferta y oportunidades en los “folletos y gastromapas que se editan, están presentes en la publicidad que se realiza en la marca o en los viajes de familiarización” que se organizan.

En el caso de Cataluña, afirman que están trabajando “en un sistema ingredado de marketing turístico co-liderado, con visión público-privada, compartiendo misión, visión, valores, objetivos y actuaciones al servicio de la marca Cataluña y sus marcas territoriales”.

A través del sistema, buscarán “integrar el marketing con la intención de conseguir la máxima eficiencia a partir de un relato común de cara a la demanda”. Y dentro de este relato buscan que la gente les conozca “por la amplia oferta de experiencias enogastronómicas”, relatan desde la Dirección General de Turismo de Cataluña.

Mientras, Gijón confirma desde hace años la existencia de dicha colaboración, como en el caso de la Ruta de la Sidra Xixón, “que ofrece visitas a los llagares del concejo y acuerdos con las compañías de taxis para acceder a estos, que se encuentran principalmente en la zona rural”, ejemplifican. Además, todas las actividades son promocionadas a través de canales municipales.

“Nosotros sabemos que la colaboración público-privada es fundamental”, confirma Carlos Álamo, que dice que “un claro ejemplo de ello es la propia Ruta del Vino de Gran Canaria”, donde las iniciativas privadas y públicas se funden para “fomentar y desarrollar el enoturismo y la cultura del vino” del territorio.

En el caso de la ciudad de Valencia, la colaboración está presente en múltimples actividades, como “en el programa Delicious Valencia”, donde ya tienen presencia “casi 150 empresas”, en una iniciativa donde también el ejecutivo autonómico de la Comunidad ­Valenciana cuenta con presencia.

“Todas las acciones mencionadas son posibles gracias a la colaboración de las entidades públicas y nuestros empresarios y Chefs”, concluyen desde la Fundación Visit Valencia.

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